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viernes, 24 de mayo de 2019

Un proyecto medio ambiental con un colegio bogotano


Guillaume GOSSUIN
Estudiante de intercambio en FIGRI
Université Catholique de Louvain
Voluntario en Cruz Roja, Sección Cundinamarca

Mail: guillaume.gossuin@gmail.com


El programa de voluntariado que tenía consistió a crear un nuevo proyecto con la Cruz Roja Colombiana, Sección Cundinamarca. El proyecto tenía como objetivo sensibilizar una clase de alumnos de un colegio de Bogotá sobre el medio ambiente y el cambio climático. El Colegio elegido se llama Colegio Real de Colombia, y teníamos una clase de alumnos entre 15 y 17 años.

Las sesiones eran organizadas en una parte teórica sobre algunos temas ambientales (agua, plantas, energía y reciclaje) donde hicimos una presentación de los desafíos en el mundo, en Colombia, y después mostraron varias alternativas en relación con el tema del día. Después, proponemos una actividad general que se construyeron con materiales usados. Hemos hecho filtros de agua con botellas de plástico y materiales naturales, comederos por pajeros y huertos urbanos con botellas de plástico. Finalmente, terminamos con juegos de sensibilización.

La última sesión consistió en un “día de cierro”, donde los alumnos aplicaron lo que han aprendido en crear un proyecto de arte juntos, con pintura. Esta realización de arte resumió todas las sesiones del proyecto.


Primera sesión con el colegio, en la sede de la Cruz Roja. Un comienzo un poco estresante pero los alumnos fueron muy participativos.

Al inicio, tenía un poco miedo hablar a frente de una clase de alumnos de esta edad, también porque era la primera vez que dé una clase de este tipo, además en español, pero muy rápidamente los alumnos me dieron confianza. Eran muy participativos, comprometidos y dieron mucho interés por las temáticas de medio ambiente y las actividades que eran organizadas. Sería mentir decir que no teníamos varios problemas de organización y de comunicación con la Cruz Roja, pero de manera general siempre terminó bien y encontramos soluciones. Una parte que también me gustó mucho era la parte más “administrativa”, de creación de proyecto. Cuando empecé el programa de voluntariado, pensé en unirme a un proyecto ya existente dentro de la Cruz Roja, pero la oportunidad de creer un proyecto del inicio a la fin me aprendí mucho. De hecho, teníamos mucho que hacer para creer este proyecto, pero este proceso de creación nos formó mucho y el proyecto tenía mucho más importancia en este sentido. El Colegio, los profesores y los alumnos eran muy comprometidos por todo, además de ocuparse encontrar los materiales necesarios para las actividades generales.

Del punto de visto de un estudiante de extranjero, también puedo decir que hacer un programa de voluntariado es una muy buena oportunidad para conocer otra gente que no tendremos la suerte conocer de otra manera. Puede tomar mucho tiempo, pero por seguro es una sino la clase que tendré en esta Universidad donde aprendí lo más.

jueves, 23 de mayo de 2019

Construcción de un proyecto en un colegio de Engativá

Por: Lise Motte
Estudiante en intercambio en FIGRI, de Université Catholique de Louvain
Mail: lise.motte@student.uclouvain.be



Cuando fui a la Cruz Roja para la primera entrevista del equipo, no sabía qué esperar. No conocía el proyecto que íbamos a construir ni a los otros voluntarios, excepto a Guillaume, un belga que llegó a Colombia al mismo tiempo que yo. Conocimos a Carolina, que había terminado sus estudios de FIGRI el año pasado. Nos llevamos bien directamente y fue un placer construir este proyecto con estas dos personas a lo largo del semestre.

El proyecto en sí mismo consistía en dar formaciones en colegios para jóvenes de 15 a 17 años sobre el cambio climático, el desarrollo sostenible y la ecología. Sin embargo, como creábamos el proyecto, también había que ocuparse de toda una parte administrativa. Al principio, estaba un poco molesto por tener algo más que trabajo de campo, pero en realidad fue muy interesante. Nunca lo había hecho antes y realmente me ayudará en el futuro si decido trabajar en una ONG, por ejemplo.



En la foto se ven los trés voluntarios que firmaron con la mano el mural final del proyecto.


Las sesiones con los jóvenes también se desarrollaron muy bien. Estaba bastante estresada antes de la primera sesión porque nunca había hecho esto antes, me parecía que no tenía suficiente conocimiento del sujeto y el español también era un obstáculo adicional a superar. Sin embargo, los estudiantes estuvieron muy motivados, deseosos de aprender y encontraron el tema interesante. Sus retroalimentaciones después de cada sesión fueron positivas, encontraron que la distribución entre las partes teórica, práctica y lúdica era equilibrada y que también les gustaba poder conocer gente de tan lejos, con una cultura tan diferente. Así que fue muy agradable para nosotros ir cada dos semanas. También tuvimos un muy buen contacto con los profesores del colegio que nos ayudaron mucho.

En cuanto a los aspectos menos positivos, diría que la coordinación entre los miembros de la Cruz Roja era bastante deficiente y, por lo tanto, tuvimos algunos problemas de última hora, como la compra del equipo o la búsqueda de transporte, que se sumaron al estrés. Pero por lo demás, el equipo de la Cruz Roja, especialmente David, el responsable de Zona Verde, estuvo muy disponible para explicarnos todo lo que necesitábamos para la parte administrativa del proyecto. Fue paciente, comprensivo y siempre nos respondió con una sonrisa, a pesar de los problemas logísticos que a veces tenía la Cruz Roja. Por lo demás, diría que aparte de levantarse los sábados por la mañana a las 6 de la mañana, que es muy temprano para nosotros, los europeos, no hubo ningún aspecto negativo.

Hoy, mientras escribo estas líneas, el proyecto ha terminado. Ciertamente ha habido elementos positivos y negativos, pero estoy muy contenta de haberlo experimentado.


miércoles, 22 de mayo de 2019

Voluntariado Biblioteca del barrio Egipto


Por: Estefanía Bonilla Rodríguez
Estudiante de séptimo semestre
Escuela de Gobierno y Relaciones Internacionales 
Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales.  
Mail: estefa_bonillar@hotmail.com


Este primer semestre de 2019, mi experiencia en el voluntariado fue en "Conocer Dejando Huella"; fue muy diferente al que realicé el semestre pasado. El año pasado estuve con las señoras del ancianato La Divina Providencia, ubicado en el barrio Egipto, en Bogotá. Ahora intercambiar con niños y niñas del barrio fue interesante. De todas maneras, me gustaría volver a participar en ambas experiencias.

En el primer semestre de 2019 iba los viernes a realizar actividades con los niños. Era genial y emocionante porque ellos demostraban todo el tiempo la alegría de ver a los voluntarios y de participar en las actividades que habíamos planeado. Estos niños hacen parte de la fundación Buena Semilla (que también esta en el barrio), así que su profesora nos contó que todos los días de la semana preguntaban si ya iba a ser viernes para poder ir a la biblioteca infantil y hacer las actividades que nosotros teníamos planteadas. Lo anterior es otra de las razones que me motiva a ser voluntaria, ver que estas contribuyendo a algunos cambios en la sociedad.  

Por su contexto, los niños consideran las opciones violentas para solucionar conflictos en sus espacios cotidianos (sus casas y colegios), por ello las actividades que realizamos iban encaminadas a promover el diálogo para solucionar de una manera adecuada los conflictos. Lo bonito fue que los niños y niñas nos escuchaban y siempre se comprometían con mejorar su comportamiento, y dialogar. Siempre mostraron un compromiso por mejorar. 

Lo que me gusta del Programa de Voluntariado Profesional FIGRI es que en cada experiencia siempre se aprende algo nuevo. El haber trabajado con niños me permitió conocer las dificultades que viven día a día, pero de igual forma ver el ánimo y la felicidad con la que ellos participaban es la mejor recompensa del voluntariado. El último día la despedida fue muy emotiva porque entre todos los niños nos dieron a todos los voluntarios un cartelito que demostraba todo el cariño que nos tienen.





martes, 21 de mayo de 2019

Experiencia de voluntaria - Casa B

Léa Hermange
Estudiante en intercambio de Sciences Po
Facultad Finanzas Gobierno y Relaciones Internacionales
Voluntaria en: Casa B
Mail: lea.hermange@sciencespo.fr



Mi nombre es Léa Hermange y soy estudiante de intercambio en la Universidad del Externado de Colombia. Fue la segunda vez que hice un voluntariado con Casa B. Y me encanta aun mas esta vez.

Antes de ir más lejos en la descripción de mi voluntariado, me parece esencial explicar qué es Casa B. Es una casa de barrio ubicada en Belén, a sólo 10 minutos de la universidad, que hace unos años se consideraba peligrosa pero que actualmente está siendo renovada. Casa B es una de estas iniciativas que han ido transformando el rostro de este barrio. La asociación ofrece muchas actividades, siempre gratuitas, para los habitantes del barrio. Por ejemplo, hay proyecciones de películas, un jardín de permacultura, macramé, talleres de skate e idiomas, un gran número de iniciativas culturales y deportivas, y recientemente se ha abierto un "grupo de mujeres". En cualquier caso, hay mucho que hacer. Pero aunque es suficiente, a veces es difícil encontrar tu lugar debido a la organización un tanto anárquica de la casa. Pero cuando lo encontramos, fue muy agradable trabajar allí.


Durante todo el semestre, he dado clases de francés y de inglés cada semana. El grupo de estudiantes fue muy mixto (varia de 10 a 20). En efecto, pudimos tener niños de 6 años hasta adultos de 70 años. Entonces, cada clase, debemos adaptarnos al público que viene. Eso era un desafío, a veces muy existente, a veces más frustrante. De hecho, cada vez era necesario llegar con un nuevo tema a tratar.

Al mismo tiempo, la gente no es muy regular y no revisa necesariamente lo que hemos hecho antes, por lo que siempre tenemos que retomar más o menos lo que hemos hecho, lo que genera frustración. Con sólo 2 horas de un idioma a la semana, también es complicado aprender un idioma de manera efectiva. Además, con mucha regularidad, tenemos nuevos estudiantes que hacen necesario volver a aprender todo lo básico de nuevo.

A pesar de todo esto, no puedes saber qué alegría es escuchar a los estudiantes hacer una frase en tu lengua materna, gracias a las lecciones que pudiste ofrecerles. Sabiendo que gracias a ti, han aprendido algo. Asegúrese de que estén interesados y agradecidos por lo que usted les traiga. Y al mismo tiempo, como dije el semestre pasado, estos estudiantes nos enseñan mucho. Por ejemplo, había un estudiante venezolano, pude aprender un poco más sobre la crisis que vive el país en estos momentos. También hubo niños que nos explicaron cómo funciona la escuela aquí. En sí mismo, lleno de pequeñas anécdotas que al final, nos permiten comprender mejor el entorno en el que vivimos este año. Gracias a este trabajo voluntario, también tuve la oportunidad de ayudar con la traducción al francés de libros para niños colombianos. El objetivo es presentar el hermoso país de Colombia al otro lado del Atlántico. Para mí era importante formar parte de este pequeño proyecto: poder contar una nueva historia de Colombia en Europa.

Gracias a este trabajo voluntario, he vuelto a aprender mucho sobre la educación y lo que funciona y lo que no funciona. Como estudiante de intercambio, también me permitió mejorar mi español y ganar confianza para hablar sin problemas delante de la gente.


Foto: Mis estudiantes de la clase avanzada de inglés en Casa B

Las enseñas que nos dejan la niñez y la vejez


María Alejandra Trompa Castiblanco
Estudiante de sexto semestre
Escuela de Gobierno y Relaciones Internacionales
Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales
Voluntaria en "Conocer dejando huella"
maria.trompa@est.uexternado.edu.co


En el primer semestre del año 2019 hice parte del voluntario de la Universidad Externado de Colombia "Conocer dejando huella". En el cual, asistí tanto a la Biblioteca Infantil en la iglesia  del barrio donde llegan niños (entre 9 y 12 años) como al ancianato: La Divina Providencia, en este mismo barrio. De ambas experiencias me llevo la oportunidad de haber tenido dos visiones y de vivir y entender un poco más dos momentos diferentes de cada ser humano: la niñez y la vejez.


 Foto: En la sede del ancianato La Divina Providencia, las residentes muestran su trabajo con origami.

De cómo los niños, mediante su ingenuidad, nos enseñan, de su forma tan especial de aprender de nosotros y la relación que se establece entre los voluntarios y los niños que parece ser el momento en dónde los niños se distraen de su realidad que muchas veces es en un contexto de situaciones complicadas familiares- escolares y del entorno de inseguridad y violencia bajo las lógicas de cómo funciona el barrio. Pero no solo eso, también es la salida de escape para los voluntarios, el choque con la realidad que va mucho más allá de las aulas de clase, el entendimiento de que es necesario mirar fuera de nuestra zona de confort para comprender, por ejemplo, que a pesar de que en el barrio Egipto se presentan situaciones difíciles, los niños quieren mucho su barrio, a las personas, los parques, la biblioteca, y que el barrio ha cambiado gracias a ellos, a su visión de querer un ambiente más ameno para los niños y eso ha hecho que esas lógicas de violencia hayan y sigan cambiando significativamente en beneficio del barrio.

Lo que me deja de enseña que no podemos pretender generar cambios significativos en la población si no se le tiene en cuenta si no entendemos el por qué funciona de esa manera, de quienes son, de cuáles son sus potencialidades y sus verdaderas necesidades. Con el hecho de realizar un voluntariado y estar junto a ellos es la mejor manera de ser parte del cambio.

En cuanto al ancianato, como ya había estado el semestre pasado, pude conocer mucho más a cerca de la historia de cada una del adulto mayor, de cómo llegaron al ancianato, de sus familias, de sus experiencias más felices, pero también de las más difíciles por las que tuvieron que pasar. De esta experiencia, me llevo la gran satisfacción de que, junto a mis compañeros, mediante las actividades realizadas, les generamos un ambiente diferente en el ancianato, las hicimos pensar en otras situaciones más positivas, en tratar de mejorar las relaciones entre ellas, en mostrarles que todavía tiene la capacidad de realizar muchas actividades que ellas creían que no podían como: hacer figuras en origami, tejer con lana el Ojo de Dios, recordar olores, escribir cuentos y dibujar. También, aprendí le verdadera importancia de simplemente escuchar al otro sin necesariamente tener que da una opinión de esa situación, sobre todo con ellas que a veces lo único que necesitan es una buena compañía.

Por último, solo me queda agradecer por haber tenido esta gran experiencia que cada vez me motiva más a trabajar desde y junto a las personas no para las personas.

Aprender enseñando

Por: Mariana Astorga Cárdenas 
Estudiante de 6to semestre
Escuela de Gobierno y Relaciones Internacionales
Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales
Voluntaria de "Conocer Dejando Huella"
Correo electrónico: mariana.astorga@est.uexternado.edu.co


"Conocer Dejando Huella", en el marco de Proyectos de Extensión de la Universidad Externado de Colombia, que tiene como sede la biblioteca infantil en la Iglesia del Barrio Egipto, este semestre,  me permitió  tener un acercamiento hacia poblaciones vulnerables. 

Para el desarrollo de este proyecto, debí prestar mis servicios 6 horas semanales: 2 de ellas para la planeación y preparación de la sesión siguiente y las restantes, para el trabajo de campo. Para este caso, participé los días martes y miércoles, el proyecto correspondiente para el martes se centró en las artes y cómo a través de estas podemos trasmitir nuestras emociones y pensamientos, y para los miércoles el proyecto se centró en las emociones y en las diferentes maneras en que podemos expresarlas. Para el desarrollo de los proyectos, se planeaban tres actividades para cada sesión: rompehielos, actividad central y reflexión, esto permite, en un primer momento, fomentar el interés de los niños en la actividad y, en un último, aprender a partir de la relación que se hace entre la actividad realizada y sus experiencias personales o grupales.

Este Programa de Voluntariado, que nació en la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales y se ha extendido en la Universidad, es de gran importancia para la carrera que estudio, Gobierno y Relaciones Internacionales, en la medida en que me permite tener un acercamiento a poblaciones vulnerables, lo que facilita la compresión de su situación, aspecto fundamental para, por ejemplo, el diseño e implementación de una política pública.

Además de esto, es de gran utilidad para llevar una vida universitaria tranquila y provechosa. En mi caso, las 6 horas en que debía prestar mis servicios representaban un espacio de relajación y creatividad, en el que me sentí útil y valorada.

La labor que se realiza con niños es de gran aprendizaje para uno, como voluntariado. En la medida en que su corta edad, permite que no cuenten con grandes limitaciones o miedos, además, de expresarse de forma libre y autóctona. Este es el mayor aprendizaje que obtuve durante el desarrollo del voluntariado.  

Considero que el aspecto que debe mejorar el programa de voluntariado se centra la labor de los monitores. En varios días, no hubo una persona encargada de guiar al grupo de voluntarios y para los días en que si hubo presencia de monitores, estos no realizaron, bajo mi percepción, un acompañamiento permanente y una participación activa que enriqueciera mucho más el proceso.

 La siguiente imagen es muestra de uno de los talleres realizados en el desarrollo del  Proyecto. 


 Explicación de la actividad central sobre identificación de lugares agradables y peligrosos en el barrio Egipto. 


lunes, 20 de mayo de 2019

ACPO: Una aproximación a la cooperación internacional con una filosofía acertada para el desarrollo del campo colombiano


Nicolás Escobar Uribe
Estudiante Escuela de Gobierno y Relaciones Internacionales
Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales
Voluntario en ACPO

Mi experiencia como voluntario en Acción Cultural Popular (ACPO) fue verdaderamente fructífera. Fue el voluntariado más práctico que tuve durante mi pregrado de Gobierno y Relaciones Internacionales.

Además de tener compañeros de trabajo sumamente capacitados y colaboradores, debo añadir, que la misión y visión que posee ACPO, orientada a siempre trabajar por el beneficio del campesinado en Colombia sobre la base de la educación, me marcaron a nivel personal y profesional.

Durante mi tiempo en la institución logré plasmar múltiples competencias y habilidades que he adquirido a lo largo de la carrera tales como:

Formulación de proyectos: Gracias al conocimiento multidisciplinario adquirido lograba identificar problemáticas y soluciones en determinados lugares que se deseaba hacer una intervención. Esto fue traducido en un proyecto que formulé para la embajada de Japón. Se busca una subvención, la cual consiste en la dotación y capacitación de maquinaria agropecuaria al campesinado del Caquetá, para mejorar sus índices de calidad de vida. Además de la asistencia para la formulación del diagnóstico y compilación de documentos para otros proyectos que se estaban formulando en la organización.

Organización de bases de datos y documentos oficiales: La metodología impuesta desde los primeros semestres en FIGRI fue de gran ayuda para organizar y actualizar las bases de datos de una forma sistemática y lógica, aunado a esto, en múltiples ocasiones recibí felicitación por parte de mis jefes gracias la inmensa calidad en los resúmenes ejecutivos que preparaba para enviar a instituciones asociadas o discutir con toda el área.

Búsqueda de socios estratégicos: Gracias al conocimiento adquirido en cooperación internacional y responsabilidad social empresarial, logré crear un directorio de entidades y oportunidades para la formulación de nuevos proyectos.

Gracias al conocimiento que he adquirido por mis compañeros durante el voluntariado y los productos que hemos formulado en este semestre, dentro del Área Técnica de ACPO, me siento mucho más capaz de afrontar el mundo laboral que me espera, ahora que estoy próximo a graduarme.

Siempre agradecido con Acción Cultural Popular y la Universidad Externado de Colombia por esta experiencia.

Quiero compartir dos foto. Una  con mi jefa directa y otra, los galardones que ha merecido ACPO por la labor que realiza en los diferentes territorios donde adelanta proyectos en el país.