Translate

jueves, 23 de mayo de 2019

Construcción de un proyecto en un colegio de Engativá

Por: Lise Motte
Estudiante en intercambio en FIGRI, de Université Catholique de Louvain
Mail: lise.motte@student.uclouvain.be



Cuando fui a la Cruz Roja para la primera entrevista del equipo, no sabía qué esperar. No conocía el proyecto que íbamos a construir ni a los otros voluntarios, excepto a Guillaume, un belga que llegó a Colombia al mismo tiempo que yo. Conocimos a Carolina, que había terminado sus estudios de FIGRI el año pasado. Nos llevamos bien directamente y fue un placer construir este proyecto con estas dos personas a lo largo del semestre.

El proyecto en sí mismo consistía en dar formaciones en colegios para jóvenes de 15 a 17 años sobre el cambio climático, el desarrollo sostenible y la ecología. Sin embargo, como creábamos el proyecto, también había que ocuparse de toda una parte administrativa. Al principio, estaba un poco molesto por tener algo más que trabajo de campo, pero en realidad fue muy interesante. Nunca lo había hecho antes y realmente me ayudará en el futuro si decido trabajar en una ONG, por ejemplo.



En la foto se ven los trés voluntarios que firmaron con la mano el mural final del proyecto.


Las sesiones con los jóvenes también se desarrollaron muy bien. Estaba bastante estresada antes de la primera sesión porque nunca había hecho esto antes, me parecía que no tenía suficiente conocimiento del sujeto y el español también era un obstáculo adicional a superar. Sin embargo, los estudiantes estuvieron muy motivados, deseosos de aprender y encontraron el tema interesante. Sus retroalimentaciones después de cada sesión fueron positivas, encontraron que la distribución entre las partes teórica, práctica y lúdica era equilibrada y que también les gustaba poder conocer gente de tan lejos, con una cultura tan diferente. Así que fue muy agradable para nosotros ir cada dos semanas. También tuvimos un muy buen contacto con los profesores del colegio que nos ayudaron mucho.

En cuanto a los aspectos menos positivos, diría que la coordinación entre los miembros de la Cruz Roja era bastante deficiente y, por lo tanto, tuvimos algunos problemas de última hora, como la compra del equipo o la búsqueda de transporte, que se sumaron al estrés. Pero por lo demás, el equipo de la Cruz Roja, especialmente David, el responsable de Zona Verde, estuvo muy disponible para explicarnos todo lo que necesitábamos para la parte administrativa del proyecto. Fue paciente, comprensivo y siempre nos respondió con una sonrisa, a pesar de los problemas logísticos que a veces tenía la Cruz Roja. Por lo demás, diría que aparte de levantarse los sábados por la mañana a las 6 de la mañana, que es muy temprano para nosotros, los europeos, no hubo ningún aspecto negativo.

Hoy, mientras escribo estas líneas, el proyecto ha terminado. Ciertamente ha habido elementos positivos y negativos, pero estoy muy contenta de haberlo experimentado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario