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lunes, 14 de mayo de 2012

LOS INDIGNADOS: LA VOZ DEL PUEBLO



Yelitza Mideros

La caída del mercado bursátil en Estados Unidos y su contagio en Europa, trajo efectos que hoy por hoy son evidentes en varias economías de todo el mundo. Adicionalmente, “la tecnología y la explosión demográfica han significado un factor determinante en el desarrollo de la economía y el quehacer político internacional, provocando la nueva realidad”[1], haciendo referencia a la transformación de las telecomunicaciones y la informática a niveles nunca imaginados, sumado el crecimiento  de la población mundial.  Como consecuencia de esta serie de situaciones nace en España los “Indignados” el 15 de mayo de 2011, un movimiento formado por un grupo de personas  en su mayoría jóvenes desencantadas con la política,  cansados del bipartidismo , de la falta de  oportunidades de empleo y de la crisis económica que atraviesa España.

El grupo está conformado por amas de casa, jubilados, desempleados, profesionales, revolucionarios, intelectuales, seguidores de equipos de fútbol, cantantes y demás, que bajo el lema “Democracia Real Ya” salen a protestar en Islandia, en Egipto y poco a poco se va esparciendo por el norte de África en lo que se dio en llamar la Primavera Árabe (http://sur.infonews.com/notas/el-american-way-de-la-indignacion).
Desde sus primeros días, el movimiento de los indignados tuvo razones para manifestar su inconformidad, por eso muchos salieron a las calles y plazas de la ciudad, pero el gran interrogante es ¿este movimiento, al lograr trascender las fronteras con su protesta, mantiene sus causas?
El mundo de la conectividad ha sido utilizado por este movimiento para demostrar su indignación, a través de las redes sociales ha logrado convocar a miles de españoles residentes en países extranjeros para apoyar a los miles de “indignados” españoles que se reúnen en las principales ciudades de España; logrando así congregar indignados en Alemania, Francia, México, Brasil, Estados Unidos, Argentina, Perú, Portugal, Dinamarca, Estocolmo, Oslo, Helsinki, Inglaterra y demás países. Esto demuestra que “con las redes sociales el ciudadano ya no es un sujeto pasivo sino activo”[2].
Como lo afirma sociólogo francés Alain Touraine, quien plantea los movimientos sociales como acciones colectivas organizadas  y emprendidas en oposición a un antagonista social, es decir, los nuevos movimientos sociales no apuntan directamente al sistema político, más bien intentan constituir una identidad que les permita actuar sobre sí mismos y sobre la sociedad  (Touraine, A; 1997). http://148.206.53.230/revistasuam/iztapalapa/include/getdoc.php?id=622&article=634&mode=pdf)
Unos meses después de la primera demostración de indignación, se ve cómo su fuerza sigue en  aumento. Millones de personas se unen para protestar por la crisis económica que vive el mundo, y el espacio se amplia a jóvenes de otras nacionalidades como neoyorkinos, guatemaltecos, entre otros. Por otra parte, los indignados americanos “No apuntan a la clase política, denuncia los abusos de las grandes corporaciones, la creciente desigualdad económica, las guerras, y exige una solución a la crisis que dejo a millones sin empleo ni vivienda. La protesta, que comenzó con pocos participantes en Wall Street, extiende a millones de personas a través de las redes sociales”[3].
Sin embargo, en muchas ciudades del mundo se han considerado estas protestas como ilegales, debido a que “se han pronunciado en días de reflexión previos a las elecciones municipales  y sus acampadas son actos ilegales", aseguró el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz,  pero los  integrantes no se dan por vencidos y continúan luchando como lo afirma Stéphane Hessel y su “Indignaos”, “sólo han rescatado de aquel pasado los valores intrínsecos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948: “Estos principios y valores los necesitamos hoy más que nunca”[4]. (http://www.caracol.com.co/noticias/internacional/los-indignados-en-espana-vuelven-a-las-manifestaciones-en-su-primer-aniversario/20120512/nota/1686975.aspx)
Adicionalmente, se ha logrado vincular a organizaciones de la sociedad civil  como ONG, asociaciones, agrupaciones (pacifistas, feministas, ecologistas), etc., buscando apoyo a sus motivos y así lograr  mayor presión en todos los gobiernos. Es importante tener en cuenta que la sociedad civil global es un espacio en el cual los individuos negocian, debaten, luchan o llegan acuerdos entre sí y con los centros de autoridad económica y política (Kaldor, 2009, 44). Con relación a lo mencionado anteriormente, los partidos políticos españoles están buscando incluir en sus propuestas las demandas de los indignados con la creación de empleos, las disminución  de los impuestos dirigidos a la banca, sin embargo al otro lado del mundo (Norte América) es mucho más reducido este espacio; los sindicatos  han dado su apoyo político y material, y el presidente Obama los ha escuchado y les ha dado su total apoyo, reconociendo que hubo  movimientos que han perjudicado a millones de seres humanos.
Uno de los grupos  más importantes que han tomado partida dentro de las protestas, se encuentra el denominado “Juventud Sin Futuro” compuesto por jóvenes españoles, que como lo indica hace referencia al desempleo del país el cual alcanza el 40% y quizás séanlas nuevas generaciones  los más perjudicados, debido a importantes recortes en el presupuesto a la educación, lo que ensombrece aún más su futuro.
Ahora bien, la sociedad civil ha desarrollado en las últimas décadas un conjunto de iniciativas informales de control de la legalidad de las acciones de gobierno, que no busca cuestionar el contenido de las políticas públicas sino simplemente supervisar que las acciones y decisiones gubernamentales se ajustan al debido proceso y respetan las garantías constitucionales. (Enrique Peruzzotti, 2008). En un acercamiento a la realidad, Peruzzotti cataloga a los movimientos como un actor cívico  que demandan rendición de cuentas o accountability social, entendido como  conjunto diverso de acciones e iniciativas civiles orientadas alrededor de demandas de accountability legal. Los indignados forman parte de esta definición, observado  en la preocupación  existente por el mal funcionamiento que han tenido las instituciones representativas, es por esto que este movimiento  busca un fortalecimiento de los mecanismos de control de legalidad de los funcionarios públicos. (http://www.agn.gov.ar/CTRC/Documentos%20CTRC/PERUZZOTTI%20II.pdf)
Para finalizar,  Colombia no se quedo atrás, en octubre del año pasado aproximadamente 70 "indignados", en su mayoría colombianos y unos pocos extranjeros residentes en Bogotá, se concentraron en el Parque Nacional de la capital para reclamar una regeneración del sistema democrático y económico. Así  lo afirma Jorge Reyes, un colombiano de 61 años "Tengo una enorme felicidad en el corazón porque por primera vez en la historia del planeta la humanidad entera levanta su voz de protesta contra un poder dominante que nos ha mantenido adormecidos y que es el responsable de la actual crisis económica a nivel mundial”.
Al terminar este día no se logro llevar a cabo la manifestación de forma pacífica como se ha establecido mundialmente, desafortunadamente varios grupos desconocidos destrozaron establecimientos e incendiaron automóviles.
Entonces, sabiendo que los indignados son un movimiento pacífico que busca un cambio radical de mediano y largo plazo, cabe preguntarnos ¿Si los colombianos podremos unirnos a este grupo en búsqueda de una Democracia Real YA tanto en nuestro país como  a nivel mundial?

Lo que leo
Lo que escucho
Lo que  veo


[1] http://noticias.aollatino.com/2011/10/23/indignados-movimiento-historia/
[2] http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/05/110520_espana_protestas_analisis_wbm.shtml
[3] http://noticias.aollatino.com/2011/10/23/indignados-movimiento-historia/
[4] http://hispre.wordpress.com/soberania/los-indignados-en-la-historia/

Accountability como generador de eficiencia en la Responsabilidad Social Empresarial



Dayanna Hochmuth
A través de la historia, las organizaciones de la sociedad civil (OSC) buscan influir en la toma de decisiones de los Estados. El caso colombiano no es la excepción. Aquí se han tenido profundos problemas de exclusión (para abordar problemas como la pobreza y el desarrollo). Algunos actores intentan paternalismos tardíos, y con políticas privadas intentan generar procesos de integración de la sociedad.
Es por esto que la responsabilidad social empresarial (RSE) según el Instituto ETHOS, Brasil: "Es el compromiso de las empresas de contribuir al desarrollo económico sostenible, trabajando con los empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad en general para mejorar su calidad de vida” (http://www.andi.com.co/cajadeherramientasrse/dequesetrata.aspx?mnu_id=16). Las empresas realizan proyectos de RS  con el objetivo claro de ganar, aumentar o mantener una reputación o imagen corporativa, y a través de la RSE, y lo hacen de manera voluntaria. Como lo demuestra Alejandro Pulido y Pedro Ramiro citando al gerente de RSE de la ANDI a decir que: “Si yo, como empresa, contrato mi propia minoría étnica, mi propia comunidad de ciegos, mi propia escuela… a la final no estoy haciendo nada. Si contrato cualquier comunidad para exhibirla ante los medios de comunicación, y además le hago marketing a esta situación, esto no sirve”.
Es importante tener en cuenta que para que la RS sea totalmente efectiva es necesario trabajar arduamente desde las empresas nacionales y multinacionales, sociedad civil, el Estado hasta el mismo individuo para que los proyectos que se pretenden desarrollar sea una transformación verdadera, que ayude a solventar las necesidades de los ciudadanos, eliminando a su vez la relación costo beneficio que se efectúa en el momento de realizar los  planes de RS, relación que hoy en día todavía la podemos encontrar tanto en instituciones privadas como las estatales. Para esto es importante preguntarse ¿Qué medidas se deben adoptar para hacer eficaz y confiable el proceso de Accountability de la RSE?
Un instrumento importante de la RS se encuentra en el Pacto Mundial (Global Compact), por medio del cual las Naciones Unidas proponen 4 objetivos claros para el buen desarrollo de la RS, entre los que se encuentran en primera medida el respeto por los Derechos Humanos, seguido por el respeto y la conservación del Medio Ambiente, fomento de estándares laborales, y finalmente la lucha contra la corrupción (http://www.pactoglobal-colombia.org/quees.html).
Lo anterior implica que aunque es un pacto de carácter internacional, este no es vinculante jurídicamente para los Estados o miembros que hacen parte del mismo. Es voluntario y si bien hay algunos instrumentos para adelantarla, cada compañía, organización o Estado es libre de seguir el instrumento que considere más pertinente para su organización.
Sin embargo, al no poseer un carácter vinculante legalmente, grandes son los avances que se han realizado en la temática de RSE, como por ejemplo en la coyuntura de la Unión Europea se creó el Libro Verde por medio del cual se pretendía promover la RSE y sobre todo aumentar los procesos éticos y transparentes de las iniciativas de RS realizadas. Y por otro lado en Alemania, a través de una página web, se informa a la sociedad acerca de las prácticas llevadas a cabo por las empresas en materia de RS.
De otro lado, el gobierno también actúa dentro del marco de la RS, generando respuestas para los ciudadanos a las necesidades y problemas que se han puesto en la agenda política, esto implica que si los gobernantes responden efectivamente a estas necesidades a través de la creación de políticas públicas positivas, el gobierno de turno comienza a tener altos índices de confiabilidad y legitimidad entre el electorado. Lo cual a su vez puede generar efectos positivos y negativos según el cumplimiento de los 4 objetivos anteriormente mencionados, y en esta realización se puede ver el análisis de los dos efectos; debido a que sí hay una buena implementación de las políticas, el gobierno logrará tener esa legitimidad que necesita ante la población, de lo contrario surgirá un sentimiento de desconfianza e inestabilidad política que se empezara a generar desde la sociedad civil.
Ahora bien, en el contexto colombiano, existen avances e iniciativas que son aportadas desde las OSC en materia de RSE como por ejemplo el de Confecamaras, el cual pretende incentivar la ejecución de programas de RS en las medianas y pequeñas empresas; otra iniciativa surge desde la Asociación Nacional de Industriales (ANDI) la cual se encuentra inscrita en el Global Compact; diferentes empresas privadas realizan proyectos de RSE encaminados a cumplir los objetivos del Pacto Mundial como por ejemplo mediante la creación de fundaciones. Y otro ejemplo se puede encontrar en la iniciativa de Confecoop, la cual mediante la integración cooperativa, promueve el desarrollo sostenible del país incidiendo en la elaboración y conducción de políticas públicas basadas en valores como el humanismo, transparencia, calidad, entre otros.
De este modo al igual que las empresas y el Estado las OSC tienen como objetivo de RS, parafraseando a José Ernesto Ramírez y a Juan Carlos Seguro, comprometerse desde dos ópticas, la primera generando espacios de discusión acerca de sus necesidades o problemas sociales desde su voluntariado, y segundo forjando la responsabilidad normativa y moral bajo el proceso de rendición de cuentas, teniendo en cuenta que son “causantes y receptores de impactos negativos y positivos” (José Ernesto Ramírez y Juan Carlos Segura, 2005. “Las perspectivas de las organizaciones sociales para cambiar el actual panorama instrumental de la responsabilidad social empresarial en Colombia”; en OPERA, No. 5, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, pp. 117).
En los párrafos anteriores se distinguió el accionar de los actores como el Estado, la sociedad civil y las empresas en materia de RS bajo un esquema voluntario, basadas en los principios del Pacto Mundial. Ahora se abordará el marco normativo que se desarrolla bajo el concepto de accountability, y para esto siguiendo la línea del contexto colombiano, se tiene como antecedente reciente que en el año de 2007 se realizó un proyecto de ley impulsado por el partido político MIRA con el objetivo de “hacer obligatoria para las empresas la publicación de informes anuales de RS”.
 Lo que implica que se haga legal el proceso de accountability de RS, se refiere a la manera de cómo los 3 actores que hemos venido trabajando se vinculan jurídicamente a un proceso de rendición de cuentas de las prácticas que se generan en dentro del marco de la responsabilidad social, dando a conocer a los ciudadanos en general “los impactos ambientales, sociales, económicos y financieros de las actividades de las compañías, así como de las políticas laborales y las políticas en materia de RSE” (Alejandro Pulido y Pedro Ramiro. “La responsabilidad social corporativa de las multinacionales españolas en Colombia”, en AGO.USB, Vol 10, No. 1, Medellín, pp. 123). Esto con el fin de obtener información veraz y efectiva de los proyectos de RS que son emprendidos por las diferentes empresas nacionales o multinacionales, por el Estado o por la sociedad civil.
Es así como se puede decir que las acciones que se deberían considerar y llevar a cabo para generar un eficaz proceso de accountability tienen en primera medida que responder a las necesidades y problemas sociales que se enfrentan en la sociedad, haciendo un análisis efectivo de la coyuntura del país, es decir tomando en cuenta aquellos problemas sociales que tienen arraigos antiguos y aquellos problemas sociales que se han desatado como consecuencia de una nueva era. Por otro lado, la respuesta a dichos problemas sociales se puede hacer mediante un trabajo de RS que involucra a las empresas continuando con los procesos mínimos relacionados con la ley y avanzando en otros que no necesariamente tienen que ser legales pero que sí apuntan a las metas del Pacto Mundial; de igual forma las OSC, EL Estado y la sociedad civil en general tienen que actuar en este marco generando bases o principios con el fin de que la defensa de sus intereses y libertades sean adquiridas como un plus en el desarrollo de las prácticas empresariales de RS. Por esto, es indiscutible la idea de que el Estado colombiano genere una vinculación legal a las empresas para que estas hagan efectivo el proceso de rendición de cuentas a la ciudadanía.
Haciendo énfasis en la actuación de la sociedad civil en materia de la RS, es importante tener en cuenta el argumento de José Ernesto Ramírez y Juan Carlos Guerra, quienes dicen que: “el aceleramiento de la modernización, acumula cada día nuevas exigencias a la ciudadanía y sus organizaciones, presión que sin duda coloca a esa sociedad civil ante la responsabilidad social de asumir los gastos y retos del presente, incluso sin haber terminado de resolver los estructurales”. (José Ernesto Ramírez y Juan Carlos Segura, 2005. “Las perspectivas de las organizaciones sociales para cambiar el actual panorama instrumental de la responsabilidad social empresarial en Colombia”; en OPERA, No. 5, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, pp. 108).
Como resultado de lo anteriormente expuesto, las OSC plantean la idea de apropiarse de sus objetivos que vendrían siendo los mismos del Pacto Mundial, a razón de conseguir una mejor actuación de las empresas en el momento de desarrollar los proyectos de RSE. Respecto a lo anteriormente planteado, es importante debatir acerca de: ¿cómo las OSC trabajan conjuntamente por el mejoramiento de las RSE?

BIBLIOGRAFIA:

Alejandro Pulido y Pedro Ramiro. “La responsabilidad social corporativa de las multinacionales españolas en Colombia”, en AGO.USB, Vol 10, No. 1, Medellín, pp. 107-134

José Ernesto Ramírez y Juan Carlos Segura, 2005. “Las perspectivas de las organizaciones sociales para cambiar el actual panorama instrumental de la responsabilidad social empresarial en Colombia”; en OPERA, No. 5, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, pp. 97-119

Rafael A. Araque Padilla y María José Montero Simo. “La preocupación de la sociedad por la actuación empresarial” capítulo I en: “La responsabilidad social de la empresa a debate”. Icaria editorial, Barcelona, 2006.

Jorge Hernán Cárdenas. “La responsabilidad social empresarial en el contexto colombiano”. En: “La responsabilidad social empresarial como generadora de valor”. Centro colombiano de Responsabilidad empresarial. Fundación Codepsa. Bogotá, 2005.