Yelitza Mideros
La caída del mercado bursátil en
Estados Unidos y su contagio en Europa, trajo efectos que hoy por hoy son
evidentes en varias economías de todo el mundo. Adicionalmente, “la tecnología
y la explosión demográfica han significado un factor determinante en el
desarrollo de la economía y el quehacer político internacional, provocando la
nueva realidad”[1],
haciendo referencia a la transformación de las telecomunicaciones y la
informática a niveles nunca imaginados, sumado el crecimiento de la población mundial. Como consecuencia de esta serie de situaciones
nace en España los “Indignados” el 15 de mayo de 2011, un movimiento formado
por un grupo de personas en su mayoría
jóvenes desencantadas con la política, cansados
del bipartidismo , de la falta de oportunidades de empleo y de la crisis
económica que atraviesa España.
El grupo está conformado por amas
de casa, jubilados, desempleados, profesionales, revolucionarios,
intelectuales, seguidores de equipos de fútbol, cantantes y demás, que bajo el
lema “Democracia Real Ya” salen a protestar en Islandia, en Egipto y poco a
poco se va esparciendo por el norte de África en lo que se dio en llamar la
Primavera Árabe (http://sur.infonews.com/notas/el-american-way-de-la-indignacion).
Desde sus primeros días, el
movimiento de los indignados tuvo razones para manifestar su inconformidad, por
eso muchos salieron a las calles y plazas de la ciudad, pero el gran
interrogante es ¿este movimiento, al lograr trascender las fronteras con su protesta,
mantiene sus causas?
El mundo de la conectividad ha sido
utilizado por este movimiento para demostrar su indignación, a través de las
redes sociales ha logrado convocar a miles de españoles residentes en países
extranjeros para apoyar a los miles de
“indignados” españoles que se reúnen en las principales ciudades de España; logrando
así congregar indignados en Alemania, Francia, México, Brasil, Estados Unidos, Argentina, Perú, Portugal,
Dinamarca, Estocolmo, Oslo, Helsinki, Inglaterra y demás países. Esto
demuestra que “con las redes sociales
el ciudadano ya no es un sujeto pasivo sino activo”[2].
Como lo afirma sociólogo francés
Alain Touraine, quien plantea los movimientos sociales como acciones colectivas
organizadas y emprendidas en oposición a
un antagonista social, es decir, los nuevos movimientos sociales no apuntan
directamente al sistema político, más bien intentan constituir una identidad
que les permita actuar sobre sí mismos y sobre la sociedad (Touraine, A; 1997). http://148.206.53.230/revistasuam/iztapalapa/include/getdoc.php?id=622&article=634&mode=pdf)
Unos meses después de la primera demostración de indignación, se ve cómo
su fuerza sigue en aumento. Millones de
personas se unen para protestar por la crisis económica que vive el mundo, y el espacio se amplia a jóvenes de otras nacionalidades como neoyorkinos,
guatemaltecos, entre otros. Por otra parte, los indignados americanos “No
apuntan a la clase política, denuncia los abusos de las grandes corporaciones,
la creciente desigualdad económica, las guerras, y exige una solución a la
crisis que dejo a millones sin empleo ni vivienda. La protesta, que comenzó con
pocos participantes en Wall Street, extiende a millones de personas a través de
las redes sociales”[3].
Sin embargo, en muchas ciudades
del mundo se han considerado estas protestas como ilegales, debido a que “se
han pronunciado en días de reflexión previos a las elecciones municipales y sus acampadas son actos ilegales",
aseguró el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, pero los
integrantes no se dan por vencidos y continúan luchando como lo afirma Stéphane Hessel y su “Indignaos”, “sólo han rescatado de
aquel pasado los valores intrínsecos de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos de 1948: “Estos principios y valores los necesitamos hoy más
que nunca”[4]”.
(http://www.caracol.com.co/noticias/internacional/los-indignados-en-espana-vuelven-a-las-manifestaciones-en-su-primer-aniversario/20120512/nota/1686975.aspx)
Adicionalmente, se ha logrado
vincular a organizaciones de la sociedad civil
como ONG, asociaciones, agrupaciones (pacifistas, feministas, ecologistas),
etc., buscando apoyo a sus motivos y así lograr mayor presión en todos los gobiernos. Es
importante tener en cuenta que la sociedad civil global es un espacio en el
cual los individuos negocian,
debaten, luchan o llegan acuerdos entre sí y con los centros de
autoridad económica y política (Kaldor, 2009, 44). Con relación a lo mencionado
anteriormente, los partidos políticos españoles están buscando incluir en sus
propuestas las demandas de los indignados con la creación de empleos, las
disminución de los impuestos dirigidos a
la banca, sin embargo al otro lado del mundo (Norte América) es mucho más
reducido este espacio; los sindicatos
han dado su apoyo político y material, y el presidente Obama los ha
escuchado y les ha dado su total apoyo, reconociendo que hubo movimientos que han perjudicado a millones de
seres humanos.
Uno de los grupos más importantes que han tomado partida dentro
de las protestas, se encuentra el denominado “Juventud Sin Futuro” compuesto
por jóvenes españoles, que como lo indica hace referencia al desempleo del país
el cual alcanza el 40% y quizás séanlas nuevas generaciones los más perjudicados, debido a importantes
recortes en el presupuesto a la educación, lo que ensombrece aún más su futuro.
Ahora bien, la sociedad civil ha
desarrollado en las últimas décadas un conjunto de iniciativas informales de
control de la legalidad de las acciones de gobierno, que no busca cuestionar el
contenido de las políticas públicas sino simplemente supervisar que las acciones
y decisiones gubernamentales se ajustan al debido proceso y respetan las
garantías constitucionales. (Enrique Peruzzotti, 2008). En un acercamiento a la
realidad, Peruzzotti cataloga a los movimientos como un actor cívico que demandan rendición de cuentas o
accountability social, entendido como conjunto diverso de acciones e iniciativas
civiles orientadas alrededor de demandas de accountability legal. Los
indignados forman parte de esta definición, observado en la preocupación existente por el mal funcionamiento que han
tenido las instituciones representativas, es por esto que este movimiento busca un fortalecimiento de los mecanismos de
control de legalidad de los funcionarios públicos. (http://www.agn.gov.ar/CTRC/Documentos%20CTRC/PERUZZOTTI%20II.pdf)
Para finalizar, Colombia no se quedo atrás, en octubre del
año pasado aproximadamente 70 "indignados", en su mayoría colombianos
y unos pocos extranjeros residentes en Bogotá, se concentraron en el Parque
Nacional de la capital para reclamar una regeneración del sistema democrático y
económico. Así lo afirma Jorge Reyes, un
colombiano de 61 años "Tengo una enorme felicidad en el corazón porque por
primera vez en la historia del planeta la humanidad entera levanta su voz de
protesta contra un poder dominante que nos ha mantenido adormecidos y que es el
responsable de la actual crisis económica a nivel mundial”.
Al terminar este día no se logro
llevar a cabo la manifestación de forma pacífica como se ha establecido
mundialmente, desafortunadamente varios grupos desconocidos destrozaron
establecimientos e incendiaron automóviles.
Entonces, sabiendo que los
indignados son un movimiento pacífico que busca un cambio radical de mediano y
largo plazo, cabe preguntarnos ¿Si los colombianos podremos unirnos a este
grupo en búsqueda de una Democracia Real YA tanto en nuestro país
como a nivel mundial?
Lo que leo
Lo que escucho
Lo que veo
[1] http://noticias.aollatino.com/2011/10/23/indignados-movimiento-historia/
[2] http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/05/110520_espana_protestas_analisis_wbm.shtml
[3] http://noticias.aollatino.com/2011/10/23/indignados-movimiento-historia/
[4] http://hispre.wordpress.com/soberania/los-indignados-en-la-historia/