Por: Laura Jimena
Fonseca
Sabemos
que las organizaciones de la sociedad civil son un elemento fundamental para la
existencia de un estado democrático, donde las instituciones respondan de forma
eficaz y eficiente a las necesidades de la población. Entonces, en una
coyuntura como la que vive Colombia en la actualidad, la pregunta obligada es si
¿las organizaciones de la sociedad civil deben acogidas para intervenir en
los procesos de construcción de paz? Aquí
consideramos que indudablemente estas organizaciones deben jugar un papel
fundamental e indispensable en la resolución de los conflictos armados de forma
tal que las instituciones que se creen respondan a los intereses y necesidades locales. Específicamente, su rol sería de
mediadora en los diálogos de paz y tendrían un papel protagónico, una vez
acordada la finalización del conflicto, en los procesos de rehabilitación posbélica.
Como afirma Manuela Mesa, Directora de
CEIPAZ-Fundación Cultura de Paz: Las organizaciones de la sociedad civil deben ser incluidas en la discusión sobre los
cambios que se quieren promover y sobre el tipo de Estado que se quiere
construir después de un conflicto para evitar crear instituciones insostenibles
e ineficaces. La importancia de las organizaciones de la sociedad civil es que
dado su amplio conocimiento de las sociedades en las que trabajan les permiten
diseñar programas ajustados a las necesidades y
ejercer presión sobre los grupos armados cuando deciden romper las
negociaciones, exigiéndoles la vuelta a la mesa de negociaciones y que alcancen
un acuerdo[1].
El papel de las OSC como mediadora lo podemos ver en la búsqueda de una solución
político-negociada al conflicto armado del Salvador, donde la Iglesia Católica
y la Comisión Nacional de Reconciliación tuvieron un papel positivo y
facilitador de condiciones propicias y espacios entre los protagonistas y distintos
sectores de la sociedad, particionado siempre como moderador el representante
de la iglesia monseñor Arturo Rivera y Damas, Arzobispo de San Salvador.
Igualmente el inicio de los diálogos de Chapultepec (acuerdos de paz Salvador)
se dieron entre el presidente Felipe Calderón y el poeta Javier Sicilia que
enarbolo el reclamo social por una mayor seguridad en el país.
En los procesos de construcción de la paz, es
indispensable construir nuevos mecanismos o instituciones que apoyen las
transformaciones sociales y políticas con el fin de que estas sean efectivas y
legítimas y propicien una paz duradera. El éxito de la paz evitando nuevamente
el estallido del conflicto depende en gran medida de la capacidad de integrar a
la sociedad civil en el proceso de construcción del Estado, como es el caso del
Salvador donde el acuerdo de paz de Chapultepec permitió la desmovilización de
las fuerzas guerrilleras y su incorporación a la vida política del país por
medio de una negociación integrativa. Pero este éxito, depende igualmente de la
actuación de las organizaciones de la sociedad civil que promuevan un estado de
paz basado en el perdón del pasado. La toma de
conciencia como afirma Esteban Cuya,
acerca del pasado de violaciones a los derechos humanos es importante para
avanzar en la reconstrucción de la democracia y del estado de derecho, que no
se podrán alcanzar mientras persistan las heridas de los tiempos de violencia[2].
Por otro lado, en la mayoría de los países en situación posbélica
como explica Johan Galtung (1969), las causas socioeconómicas y políticas que
originaron el estallido de la guerra se agudizan por lo que es sumamente
importante difundir y construir una nueva cultura de paz. Todo esto ha de
construirse a partir de las estructuras de reconciliación orientadas y
presididas por las organizaciones de la sociedad civil que fomenten iniciativas
ciudadanas, actividades en las escuelas, reuniones informativas, que les
permitan establecer un plan de acción.
Las ONG y los diversos actores que participan en
los proceso de rehabilitación posbélica independientes al Estado (Naciones
Unidas, organizaciones regionales, organizaciones de la sociedad civil global,
instituciones financieras, gobiernos, agencias de desarrollo, otros) pueden
promover acciones que se orienten hacia el fortalecimiento de las capacidades
de las organizaciones locales (sociales) para hacer frente a las consecuencia
del conflicto y promover aquellas “capacidades para la paz”, favoreciendo los
vínculos intercomunales e e involucrando a sectores sociales que no han
participado en el proceso de paz.
En varios países (Sudáfrica, Ruanda, El Salvador,
Guatemala, Chile, Argentina) los acuerdos de paz incluyeron la creación de
“Comisiones de la Verdad” que investigaron las violaciones de los derechos
humanos perpetradas durante el conflicto, estas comisiones de la verdad fueron
exigidas por las organizaciones de la sociedad civil donde la creación de estas
refleja la incidencia de las organizaciones de la sociedad civil en el proceso.
Entonces,
podemos reafirmar la importancia de las organizaciones de la sociedad civil en
la reconstrucción de un estado, sin priorizar la importancia en uno en otro
campo dado que los 2 tanto el mediador como su papel en la reparación y
reconciliación de victimas (situación posbélica) son esenciales para el fin
duradero de un conflicto. Es imposible redefinir la naturaleza del sistema
político o la reconfiguración del poder sin un mecanismo de participación explícito
en el que la sociedad civil esté presente en la definición y sanción de ese
tipo de acuerdos[3].
Bibliografía
- Jesús Antonio Bejarano, 1999. “el papel de la
sociedad civil en el proceso de paz”, en Francisco Leal, Los laberintos de
la guerra. Utopías e incertidumbres de la paz, Uniandes, Bogotá, pp
217-335.
- William Ortiz, 2006. “sobre la paz y los
diálogos. Consideraciones sobre el papel de la sociedad civil”, en opinión
Jurídica, Vol 5, No.10, 206, Universidad de Medellín, Medellín, pp. 51-62.
- Interpretación académica del proceso de
negociación política en El Salvador: 1992-2004
- La sociedad civil ante la violencia y los
conflictos en América Latina y el Caribe. Andrés Serbin (Coordinación
regional de investigaciones económicas y sociales)
- Sociedad civil y construcción de la paz: una
agenda inconclusa Manuela Mesa -Directora de CEIPAZ-Fundación Cultura de
Paz. Publicado en Pensamiento Propio nª 28. julio-diciembre 2008
- El impacto de las comisiones de la verdad en
América Latina. Esteban Cuya. http://www.derechos.org/nizkor/doc/articulos/cuya.html
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[1] Sociedad civil y construcción de la paz: una agenda
inconclusa Manuela Mesa -Directora de CEIPAZ-Fundación Cultura de Paz.
Publicado en Pensamiento Propio nª 28. julio-diciembre 2008
[2] El impacto de las comisiones de la verdad en América
Latina. Esteban Cuya.
[3] Jesús Antonio Bejarano, 1999. “el papel de la
sociedad civil en el proceso de paz”, en Francisco Leal, Los laberintos de la
guerra. Utopías e incertidumbres de la paz, Uniandes, Bogotá, pp 217-335.