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domingo, 15 de marzo de 2015

Participación en el PND 2014-2018

 Por Erli Margarita Marín
 Paz, equidad y educación conforman el círculo virtuoso de “Todos por un  nuevo país”, el Plan Nacional de Desarrollo para el periodo 2014- 2018, que nos plantea el reelecto presidente del país: Juan Manuel Santos. La entidad encargada de desarrollar las orientaciones de planeación, prometidas en campaña, luego impartidas por el Presidente y coordinar la formulación  con los ministerios, departamentos administrativos y entidades territoriales es el Departamento Nacional de Planeación.

En desarrollo de lo establecido en el artículo 3 de la Ley 152 de 1994, “las autoridades de planeación velarán porque se hagan efectivos los procedimientos  de participación previstos en la ley”. El procedimiento es: las Bases del Plan son aprobadas en el Consejo Nacional de Política Económica y Social y luego presentadas al Consejo Nacional de Planeación (se convoca en desarrollo del artículo 9 de la Ley 152 de 1994, luego de la elección presidencial).  Los municipios, los distritos, los departamentos, los sectores económicos, el sector social, el educativo, el cultural y el académico o universitario, el ecológico o ambiental, el comunitario, los indígenas, las minorías étnicas, las mujeres, las ONG, todos tienen asiento en el Consejo Nacional de Planeación (CNP).  Una vez analizadas las Bases, el CNP da su concepto, el DNP debe hacer los ajustes o enmiendas pertinentes  para que el Ministerio de Hacienda y Crédito Público lo presente a consideración del Congreso de la República. Allí se discute  desde el pasado 7 de febrero y el 7 de mayo sabremos si fue aprobado, y si se realizaron ajustes para pasarlo a sanción presidencial.  Más adelante,  el DNP coordinará la ejecución, el seguimiento y la evaluación de gestión y resultados del Plan. Estamos en marzo así que aún está en discusión en el Congreso.

En “Todos por un nuevo país”, se plantean cinco estrategias transversales, a saber: 1. Infraestructura y competitividad estratégicas 2. Movilidad social 3. Transformación del campo y crecimiento verde 4. Consolidación del Estado Social de Derecho 5. Buen gobierno. Además hay una estructura territorial y se explicitan las estrategias nacionales en lineamientos y cursos de acción para cada una de las regiones, así:

 · Caribe: Próspero y sin pobreza Extrema,
 · Pacífico: Equidad, integración y aprovechamiento sostenible de mercados,
 · Centro-Oriente: Conectividad para la integración,
 · Centro-Sur: Desarrollo del campo y conservación ambiental,
 · Llanos: Medio ambiente, agroindustria y desarrollo humano,
 · Eje Cafetero: Talento humano innovador en territorios incluyentes.

Bien, como dice en las bases: Ha llegado la hora de que trabajemos “todos por un nuevo país”.

Quizá por eso, desde octubre del año pasado se vienen adelantando unos “diálogos” regionales para la construcción del Plan Nacional de Desarrollo. El equipo del DNP ha estado en diferentes ciudades del país.  Eso es lo que se llama la socialización del Plan, pero que algunos consideran es la participación en el proceso de formulación del plan nacional de desarrollo. Estos son dos términos diferentes, pero la confusión se hace sentir reiteradamente y las organizaciones de la sociedad civil  a pesar de que realizan documentos y circulan informaciones y peticiones, sienten que no se les escucha.

El proceso de construcción del plan 2014-2018 arrancó el 15 de junio del año pasado (2014)  y tendrá sanción presidencial el próximo 7 de mayo (2015).  Básicamente son 3 momentos en los cuales se debe abrir espacio para que las organizaciones de la sociedad civil tengan posibilidades de participar en ese proceso: cuando se construyen las bases, en el Consejo Nacional de Planeación (mecanismo propiamente de intervención de las OSC, por su carácter consultivo). No debe olvidarse que el CNP es el foro natural de discusión del Plan Nacional de Desarrollo, por eso debe emitir un concepto y luego debe realizar seguimiento y evaluación periódica sobre su ejecución.  Más tarde, cuando llega al Congreso de la República, debe haber debate, y se cuenta con el mecanismo de Audiencias Públicas, pero muchas ONG se quejan de lo limitadas que son y de la poca discusión que allí se tiene. 

Uno de los economistas grandes de este país, el doctor, Jorge Iván González, en diciembre pasado ya escribía que “en las 793 páginas del documento se dejan entrever inconsistencias o vacíos que ojalá se resuelvan o se arreglen durante las  “consultas” con la ciudadanía”. Con la limitada discusión, esto es poco probable.


¿Qué tanto han logrado, las organizaciones de la sociedad civil, hacer oír sus  voces para que se acojan sus recomendaciones y para decir que, realmente, estamos “todos por un nuevo país”?