Por : Carmen Nicolas
Estudiante en Intercambio FIGRI
Programa de Voluntariado Profesional
Realicé mi
voluntariado de mitad de tiempo en la Asociación Laudes Infantis. Es una
organización sin ánimo de lucro que lucha contra el aislamiento y las
desigualdades en las comunidades del sur de Bogotá. Fue creada, en el año 1999, por tres mujeres y resulta de una larga historia.
Después de haber trabajado
con respeto al tema de los niños viviendo y trabajando en las calles,
decidieron actuar directamente en diferentes comunidades modestas de la ciudad.
Con la voluntad que la gente se apropie su propio territorio, crearon Laudes
Infantis. Ahora, está presente en tres áreas distintas : en el barrio Bella
Flor y Brisas del Volador (localidad de Ciudad Bolívar), y en el barrio
Arrayanes que queda en la localidad de Usme.
El principio inicial de la organización es el
trueque : “tú me das, yo te doy”. Esta filosofía se basa su acción. El objetivo de la organización es que se creen
comunidades independientes, donde la gente intercambia servicios y da de su
tiempo para la colectividad. Su símbolo es la salamandra. Aunque pierda un
miembro, siempre se puede regenerar. Esta metáfora muestra que la comunidad no
se basa en una única persona, que nadie es irremplazable para que siga
organizándose el proceso. Eso me parece sumamente interesante porque no crea
dependencia, mientras que muchas otras acciones asociativas lo hacen y tienen
acciones más asistencialistas. Este proyecto se basa en la confianza de los con
los otros, permite a la gente ser actriz de su comunidad y de su vida ; por
eso, uno de los eslóganes de Laudes Infantis es “ser emprendedores de futuro”.
El propósito supremo de la
organización es dar más oportunidades a las personas de las zonas
desfavorecidas de Bogotá, a través de la educación (por ejemplo, hay refuerzo
escolar para los niños cada tarde y los
adultos pueden seguir clases para presentar su bachillerato), de la
organización de eventos y del compromiso asociativo. Con esas actividades, las
personas tienen poco a poco más responsabilidades y se dan cuenta que sí, son
capaces de encargarse de muchas cosas y que son un pilar para los demás.
Por mi parte,
tuve un rol muy interesante. Subí varias veces a las comunidades. Siempre fui muy bien acogida y me sentí como parte de una grande familia. Debía dictar
talleres a los líderes comunitarios con respeto a las temáticas del género. Efectivamente,
Laudes Infantis está organizando una campaña de información y sensibilización a
propósito de la igualdad de género. Eso implica nociones complejas y puede llevar
muchas confusiones en la mente de la gente.
Mi objetivo era, entonces, aclarar
los conceptos como: género, sexo, machismo, feminismo, orientación
sexual, identidad de género, diversidad de género. Debatimos todos esos temas.
Lo que quería era que, poco a poco, tuvieran más conocimientos y las opiniones
que podían emitir estuvieran argumentadas. Fue una misión muy enriquecedora
para mí, me permitió entender otro aspecto de la sociedad colombiana y aprendí
a adoptar una postura respetuosa y lo más neutra posible frente a los puntos de
vista diversos de lo mío. De hecho, ya había participado a muchos eventos de
debate y construcción participativa de ideas, pero era la primera vez que me
encontraba confrontada a creencias religiosas muy fuertes.
De hecho, con el
tema de la comunidad LGBT, los argumentos católicos eran radicales y estuvo
complicado para mí saber cómo discutir sus opiniones, sin estar ofendida con su
fe. Lo que quería enseñarles, más que definiciones académicas, era que como
lideres comunitarios era importante que adoptaran comportamientos respetuosos y
tolerantes con todos, que sean heterosexuales o de otra orientación sexual, que
ayudasen la lucha contra todo tipo de discriminación. Además, ayudé en otras
actividades de la organización, como ayudar en las tareas de los niños o apoyar
unos aspectos logísticos.
Este voluntariado
me ha aportado muchísimo, estimo mucho a la gente de la asociación y su fuerza
me inspira. Estoy muy feliz de haber encontrado al proyecto de Laudes Infantis,
que me parece muy justo e íntegro. Me siento satisfecha porque creo que tejí
relaciones de confianza en las comunidades y que las personas aprendieron un
poco conmigo. Sin embargo, a veces estuve decepcionada por mis reacciones y mi
gestión de las situaciones. Dictar talleres conectados con asuntos tan
polémicos fue un proceso de aprendizaje fuerte. Estoy muy agradecida de haber
podido descubrir este mundo lleno de iniciativas tan interesantes que solo pude lograr gracias a la oportunidad que me brinda la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales, que cuenta con el Programa de Voluntariado Profesional que coordina la profesora Margarita Marín.