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miércoles, 7 de marzo de 2012

La tecnología como herramienta para generar movilización social


“Mañana, Irán podría ejecutar a Sakineh Ashtiani… tenemos 24 horas para salvar su vida” (02 de noviembre de 2010). De esta forma comienza el primero de una serie de emails en los que la organización Avaaz busca movilizar a sus miembros para hacer un llamado conjunto que evitase la muerte de esta mujer acusada de adulterio injustamente. La masiva respuesta pública y la participación de organizaciones como Amnistía Internacional y ONGI, llevaron al gobierno Iraní a suspender la ejecución. La rapidez con que fluyó la información y la velocidad con que se obtuvo una respuesta (900.000 firmas en una semana), pone de relieve el papel de la revolución tecnológica en el desarrollo de las redes transnacionales.

En realidad, las redes transnacionales de defensa pueden ser vistas como el flujo de recursos, información, conocimiento, influencia, legitimidad… a partir de una “infraestructura global” (Katz y Anheier, 2006, 240). De acuerdo con Castells, desde los años setenta ha surgido un nuevo espacio en el que gracias a la constante evolución de las tecnologías de la información e Internet, la sociedad ha encontrado nuevos espacios para expresarse.
Este espacio implica la desaparición (o por lo menos el debilitamiento) de las fronteras de los estados, por cuanto ahora una persona en casi cualquier parte del mundo es consciente que su horizonte de actuación política no se restringe a un territorio (Teijo, 2002, 172). Situaciones problemáticas en los lugares más remotos del mundo pueden ser conocidas de forma casi instantánea dada la rapidez con la que fluye la información por los medios digitales.
El aumento de la participación ciudadana, especialmente a través de las ONG en el plano internacional, lleva a Carlos Teijo ha preguntarse: “¿qué ha cambiado en el medio internacional para que los individuos puedan acceder con relativa facilidad a un medio social que siempre se ha considerado reservado a los Estados?” (2002, 177). En principio dos cosas: el reconocimiento de los otros actores (de los actores no estatales) como los que componen a la sociedad civil global que interactúan en la arena internacional. Además, y es lo segundo, la revolución tecnológica, que permite agilidad en las respuestas que exige la agenda global. Ello porque la sociedad civil logra organizarse sin limitaciones territoriales y ser más solidaria en los temas que tocan sus valores y principios. Por ello, y para aunar esfuerzo plantea nuevas formas de movilización entre los ciudadanos de a pie. Dicha revolución ha tenido grandes efectos positivos en la formación de redes, puesto que permiten la destrucción de jerarquías y la dramática reducción de costos de comunicación (Matthews, 1997, 51-52), por lo cual los flujos de información y cooperación han aumentado de forma sostenida en los últimos años. No obstante, siguen existiendo limitaciones como puede ser el poseer acceso a la tecnología o simplemente la barrera del lenguaje pues aun cuando hay muchas redes que traducen en seis y ocho idiomas, están son pocas. La mayoría tienen los textos solo en una o dos lenguas.
Un ejemplo del efecto de la revolución tecnológica con respecto la construcción de redes es la organización Avaaz (http://www.avaaz.org/es/about.php). Con alrededor de 13,5 millones de miembros en 193 países del mundo, Avaaz es la representación clara del uso de la tecnología de forma ágil y flexible, puesto que la observan como medio para promover la movilización social. Si bien existen diferentes tipos de herramientas a nivel tecnológico, Avaaz se centra en el uso de recursos como el email, Facebook y Twitter para poner sobre la mesa temáticas de toda índole con un factor común: su carácter de urgencia y relevancia dentro de una sociedad civil global.
El ciberactivismo o clickactivismo, es observado como una nueva forma de movilización. Como se puede observar en el caso Murdoch (http://www.guardian.co.uk/world/2011/jul/20/avaaz-activism-slactivism-clicktivism), Avaaz ha logrado construir una red en la que colaboradores en diferentes países del mundo hacen aportes para definir de forma concertada los mecanismos de movilización para enfrentar temas tan variados como la homofobia en Uganda o los escándalos mediáticos en Reino Unido. La información y el conocimiento fluyen rápidamente y a bajo costo mediante herramientas como Skype.
Si bien el clickactivismo puede ser observado como una forma de legitimar la movilización a partir del amplio apoyo que reciben sus iniciativas (soportados en las firmas que se recolectan para cada causa de forma individual), este es ampliamente criticado por el bajo compromiso posterior que se debe asumir luego de dar un clic de apoyo.
Avaaz se defiende resaltando numerosas situaciones en las que se ha organizado masivos boicots (o amenazado con) que han terminado en respuestas positivas por parte del Estado o la empresa presionada con respecto a las demandas planteadas. En tan sólo 4 días, respaldados por 317.000 de sus miembros, la organización logró que la cadena Hilton se comprometiera a luchar contra el turismo sexual, a través de la firma de un Código de Conducta en contra del tráfico sexual. Igualmente, Avaaz resalta el compromiso de sus miembros a través de las donaciones que estos realizan, puesto que son la única fuente de recursos que acepta. Otras organizaciones aprovechan los desarrollos tecnológicos y las facilidades de la banca en línea para movilizar recursos on line.
Si se precisa la pregunta ¿Cuál es el papel de la revolución tecnológica en el desarrollo de las redes transnacionales de defensa? Basta mirar que hoy organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales cuentan con herramientas que les permiten organizarse en red para implementar estrategias de movilización social para apoyar temáticas que son glocales. La evolución de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs) sin duda son una herramienta-soporte para las redes transnacionales, dado su carácter instantáneo y su capacidad para llegar de forma masiva a miles de personas, muchas de las cuales no podrían acercarse a estas temáticas por estar en pequeñas ciudades o estar apartadas de los grandes centros urbanos donde suelen suceder los hechos que cobran relevancia en los medios masivos.
Hoy la información circula más allá de la radio, la televisión y la prensa. Keck y Sikkink hacen referencia al intercambio de información como parte fundamental de las red transnacionales de defensa Ellas crean “nuevos temas y categorías… para persuadir, presionar e influir en organizaciones intergubernamentales y gobiernos mucho más poderosos” (1999, 89). El reto es cómo logran que fluya, pero sus aliadas son las TICs por la velocidad para la de difusión de dicha información y los costos (bastante más bajos). Así las redes transnacionales logran mayor influencia y cambios en todas las partes negociadoras.

Camilo Acosta