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lunes, 13 de febrero de 2017

En Casa B, haciendo Ajiaco para la comunidad

Por: Charlotte Boulanger


Me llamo Charlotte Boulanger, soy estudiante de la facultad de ciencias sociales. Durante mi primer semestre de intercambio en la Universidad Externado de Colombia, tuve a la oportunidad hacer un voluntariado con una Fundación de Bogotá, llamada “Casa B”.  Para mí fue una auténtica suerte porque la Universidad nos apoyó en todos los trámites. Además, nunca tuve este tipo de experiencia : hacer un voluntariado con muchos niños, proponer actividades culturales con ellos, crear vinculos con la gente de un barrio visto como “aislado” por una parte de la población.
            En efecto, el barrio Bélen, donde se ubica la fundación, está en el centro de la ciudad de Bogotá, muy cerca del barrio Egipto – un barrio bastante peligroso. Los proyectos de Casa B tienen como objetivo de fomentar la identidad del barrio, socializar sus miembros, reunirles con actividades artísticas y fiestas. Durante este semestre, hemos encontrado personas muy diferentes : niños pequeños, adolescentes perdidos o orgullosos, otros voluntariados de diferentes nacionalidades,  personas viejas que viven en Bélen desde su infancia. Los miembros de la fundación son personas amables, que quieren hacer todo lo posible para divertir y enseñar a los niños.
            Con los otros voluntarios, participamos a la organización de eventos en el barrio : la fiesta de Halloween por ejemplo, o cocinamos un ajíaco durante un evento para enfocar la importancia de la alimentación sana. La fundación quizo subrayar la importancia del acto de compartir su comida con los otros, y a la vez mostrar su orgullo de ser colombiano a través de las especialidades gastronómicas del país. Participamos también los miércoles y sábados en el “Futuroscopio”  con los niños del barrio, y damos cursos de inglés y de francés.




            Cocinando el ajíaco en Casa B
            Fue una experiencia incréible y muy divertida para mí. Aprendí a conocer y amar la vida de este barrio y su gente. Fue la primera vez que pude dar cursos de idioma a niños y estuvieron muy felices conocer otras culturas ; fueron muy curiosos. Ahora nosostros estudiantes voluntarios todavía tenemos vinculos con los miembros de la fundación y me gustaría regresar a la fundación para ayudarles de nuevo durante mi secundo semestre.