Pregunta: ¿Cómo fue tu experiencia de voluntariado?
María Camila Patiño: “Al principio es difícil: el choque cultural por costumbres diferentes, la movilización hasta el centro de la ciudad, los días lluviosos, pero sobre todo: la preocupación por lograr el objetivo que se volvió cada vez más importante. Retribuir a la sociedad una parte de todo lo que me ha brindado, dejar huella de forma que se mejore la vida de otras personas tomando en cuenta todas las herramientas que mi casa de estudios y la vida misma me han otorgado a lo largo de estos 23 años”.
La historia en detalle la narra ella misma
María Camila Patiño
Estudiante de décimo semestre
Programa Finanzas y Relaciones Internacionales
Programa Finanzas y Relaciones Internacionales
Universidad Externado de Colombia
Voluntariado Casa Belén
Nunca pensé en todas las
enseñanzas que un voluntariado podría proporcionar en la vida, no solo en el
ámbito personal y en el crecimiento como ser humano, sino también en el ámbito
técnico y de desarrollo de habilidades blandas para el relacionamiento con diferentes grupos de la comunidad. Contribuir a
la sociedad mediante un programa de voluntariado profesional es generar una
doble vía de cooperación, pues las partes beneficiadas son tanto quienes reciben el apoyo del voluntario como el voluntario mismo.
El grupo que acepta a un
voluntario profesional se beneficia de los conocimientos técnicos que esta
persona posee, del empeño que el voluntario dispone para la realización de la
tarea y de una actitud de entrega profunda por la labor desarrollada, pues
quien escoge este tipo de opción es alguien que busca retribuir a la sociedad
una parte de todo lo que ha recibido.
Por su parte, el voluntario
se beneficia de un intercambio cultural espectacular, con diferentes grupos
sociales, étnicos y culturales, además de poner en práctica sus conocimientos
de manera muy seria y crítica, pues no es a cambio de una retribución monetaria,
sino de algo mucho más trascendental como lo es mejorar la vida de las personas
e impactar de manera positiva en sus futuros.
Así fue, la presente
experiencia de voluntariado profesional expuesta a lo largo de este documento,
que se desarrolló en el segundo semestre del año 2019 en la Corporación
Proyectando Imaginarios, más conocida como Casa
B. El compromiso pactado alrededor del desarrollo de un plan financiero
sostenible para la institución fue de vital importancia para contribuir a la
misión de Casa B en su trabajo con la población del barrio Belén, en la localidad La Candelaria, del centro
de la capital colombiana.
La Corporación Proyectando
Imaginarios trabaja desde marzo de 2012 como espacio de mediación y creación
sociocultural en el barrio Belén, en el centro-oriente de Bogotá donde, a partir
de diferentes disciplinas artísticas y la experimentación en el ámbito del
desarrollo comunitario, se trabaja en pro de desarrollar un modelo pedagógico y
productivo en pleno centro tradicional de Bogotá (Casa B, 2019).
Esta admirable labor social
se desarrolla con la población vulnerable del barrio Belén e incluso de otros
barrios a sus alrededores, y se lleva a cabo desde varios frentes como lo son
la educación, el fomento de la cultura, la preocupación por la cohesión social
y el apoyo del bienestar y difusión de una buena salud pública.
La labor del voluntario
profesional en Finanzas y Relaciones Internacionales consistió en elaborar un plan de sostenibilidad
financiera para la fundación, fundamentado en 2 ejes principales: la promoción
y organización de un plan de donaciones para la institución; y la educación de
los miembros de Casa B en finanzas básicas para los manejos eficientes de los
flujos de efectivo que posea la institución.
Para la promoción y
organización de las donaciones se realizó una evaluación y diagnóstico internos
en Casa B para determinar las normas y procedimientos con que se contaba
actualmente. No obstante, si bien la organización es reconocida a nivel
internacional y ha presentado un constante flujo de donaciones, no se tenían
unos lineamientos claros para la certificación de las donaciones.
Se prosiguió con una
investigación en materia legal y tributaria, en donde se halló que la
organización está catalogada como una Entidad Sin Ánimo de Lucro (ESAL)
amparada dentro del Régimen Tributario Especial, por lo cual es sujeto de
beneficios tributarios entre los que se destaca la capacidad de otorgar
certificado de donación a aquellas personas naturales y/o jurídicas que
realicen un aporte a Casa B.
En la foto el equipo de Casa B, a las afueras de la casa, luego de una reunión de planeación de proyectos y estructuración de planes de impacto para el barrio.
Con esta información se
realizó un manual interno de procedimientos para que los miembros de Casa B
pudieran gestionar la entrega de un certificado de donación, el cual otorga al
donante un descuento del 25% del valor de la donación realizada sobre el
impuesto de renta correspondiente a pagar por el donante, en el mismo periodo en
que realiza la donación.
Así mismo, se diseñaron dos
formatos base para emitir dicha certificación, en donde uno se refiere a las
donaciones en dinero mientras el otro es aplicable a las donaciones en especie.
Estos formatos cuentan con todos los requisitos solicitados por la ley,
específicamente en el Estatuto Tributario Colombiano (Ley 1943 de 28 de diciembre de 2018), artículo 125; y con la
imagen y diseños propios de casa B, para marcar la identidad de la
organización.
Este manual interno junto
con los formatos serán de gran utilidad para la promoción de las donaciones
hacia la institución, pues permite incentivar a las empresas y personas a
contribuir con la causa y labor social de Casa B en la capital colombiana.
De manera adicional, se
impartieron cursos de finanzas básicas a los miembros de Casa B, en donde el
enfoque fue la población juvenil que reside en el barrio Belén, para llevar
conocimiento técnico de utilidad generalizada, pues no solo les servirá dentro
de la institución sino también para sus vidas y desarrollo profesionales. Esto
fue de gran utilidad para optimizar el manejo de recursos dentro de Casa B,
pues permitió a los miembros adquirir habilidades financieras y del buen manejo
del dinero.
Sin duda alguna, son dos
ejes que contribuirán en la posteridad a la sostenibilidad de Casa B, para que
siga creciendo y brindando su apoyo a poblaciones en todo el centro de la
capital y que sirvan como ejemplo nacional e internacional de la unión y
cohesión social que estos programas de voluntariado incentivan en el país.