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martes, 16 de junio de 2020

Creación de un nuevo proyecto ecológico



           
Julien Marie Reding
Estudiante de intercambio de Bélgica
Programa de Gobierno y Relaciones Internacionales
01-2020
Voluntario con la Cruz Roja
Correo electrónico: julien.reding@student.uclouvain.be

Todo comenzó en 2019, cuando dos amigos de Bélgica que también habían estudiado un semestre en la Universidad Externado de Colombia me hablaron de la posibilidad de adelantar un proyecto de voluntariado en relación con la universidad. Como buscaba un curso más práctico que teórico, me interesó directamente. También se habían dado cuenta de su asociación con la Cruz Roja en el campo del medio ambiente en la rama llamada Zona Verde. ¿Qué es la Zona Verde de la Cruz Roja? La Zona Verde desarrolla actividades encaminadas a promover, conservar y proteger el medio ambiente, mitigar el avance progresivo del cambio climático mediante la sensibilización y la movilización social, y adquirir buenos hábitos ambientales que contribuyan a un verdadero desarrollo sostenible. Sus líneas: Pioneros y camping, agua y saneamiento, cambio climático, jardines urbanos y clasificación de residuos.


 Así que averigüé más sobre lo que esto significaba y me inscribí en el programa. Fue en febrero que conocí a mi coordinador de Cruz Roja. Pudimos discutir lo que me interesaba sobre su amplia gama de proyectos y actividades y dije que era principalmente la conciencia ambiental entre los jóvenes lo que me interesaba al principio. Dos semanas después comencé lo que sería mi primera y única actividad "física", una sesión de "Plogging", es decir, trotar mientras recogía basura en las calles de Bogotá. Tengo que admitir que no estaba seguro de sentir que pertenecía cuando hice esta actividad. 

En primer lugar, porque contrariamente a lo que dice el objetivo de la sensibilización de los jóvenes, había una gran mayoría de adultos o jóvenes adultos en el grupo. Segundo, porque sentí que el grupo estaba formado por una cierta homogeneidad social; es decir, la clase media. No sé por qué, pero esperaba que esto se dirigiera más directamente a los jóvenes por un lado, y a un medio más popular por otro, que precisamente tienen pocas oportunidades de llevar a cabo este tipo de actividad con este tipo de objetivos enfocados ecológicamente y con un fondo de concienciación ambiental. Pero la actividad fue muy agradable y varias personas en la calle siguieron el movimiento de recogida de residuos durante unos metros o nos felicitaron por nuestro (titánico) trabajo.

Todos los voluntarios de la FIGRI también participaron en el día de la FIGRI para dar una pequeña "charla" a los estudiantes de la FIGRI que quisieran iniciar un proyecto de voluntariado al año siguiente. Hice una presentación para explicar mi proyecto y hablar de un tema que me interesa mucho: el desperdicio de comida. También fue una forma de mostrar cómo instrumentos simples como las fotos y un cuestionario tienen poco éxito en la sensibilización de un grupo de personas. La presentación fue muy apreciada y reforzó mi idea de continuar con este proyecto.

Entonces, la pandemia comenzó con el resultado de unas 40 personas. Decidí que para no estar encerrado en Bogotá empezaría a hacer voluntariado en la naturaleza. El momento no pudo ser mejor, ya que llevo más de dos meses y medio en las montañas del Valle del Cauca, a una hora de Cali, en medio del campo, haciendo un voluntariado al aire libre con multitud de actividades. Pero más que un trabajo voluntario, es más precisamente una comunidad de personas que conviven con el objetivo de crear un lugar alternativo, avanzando hacia la autonomía y respetando su entorno.

Esto me permitió superar la falta de actividades que tenía que llevar a cabo con la Cruz Roja, aprendí mucho sobre el funcionamiento de un voluntario y una eco-comunidad. Me puse en contacto con uno de mis coordinadores después de casi un mes sin recibir ninguna noticia para ver cómo sería posible continuar con el voluntariado y modificar mi proyecto para responder a la nueva realidad en la que todos vivimos: los años cuarenta. Para abreviar, se inició un proyecto de trabajo para poner en práctica un nuevo proyecto de voluntariado centrado en la ecología y la agricultura orgánica para niños y adolescentes, basado en los conocimientos que he adquirido recientemente en la comunidad en la que todavía vivo. Este trabajo consta de tres partes y aún estoy en proceso de terminar la tercera para el 13 de junio. Me pareció una excelente manera de continuar mi voluntariado con La Cruz Roja y me alegra decir que este trabajo tal vez dé vida a un nuevo proyecto más acorde con mis valores que la actividad más "santurrona" que realmente eficaz que fue el "Plogging".

Para mi consejo a los futuros voluntarios del FIGRI les diría: no duden en hablar mucho con sus coordinadores y acosarlos cuando necesiten una respuesta, porque pueden tardar un tiempo en responder o simplemente se olvidan. ¡Y siempre añade tu toque personal al proyecto!



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