Estudiante de 9 semestre
Programa de Finanzas y Relaciones Internacionales
Voluntaria en Proyectando Imaginarios-Casa B
Realicé mi voluntariado en el primer semestre del
2019 en el barrio Belén junto con mi compañera Luisa Rodríguez. Al principio
pensábamos que iba a ser una experiencia en donde nos ponían un horario y
determinadas actividades para realizar en el día a día, pero cuando llegamos a
Casa B descubrimos que la Corporación es un organismo vivo que, así como se
construye también se destruye. Nuestro reto fue contribuir a la formación de
este organismo para reconstruir el valor comunitario y el tejido social del
barrio. En Casa B cada una de las personas aportamos algo diferente, hay clases
de francés, skate, hay un periódico periférico, un club de mujeres, entre otras
actividades.
En el voluntariado aprendimos a ser independientes y
proactivas, pues pudimos actuar con autonomía en pro del barrio Belén, que está ubicado en la localidad La candelaria, en el centro de Bogotá. Decidimos crear un proyecto de orientación vocacional para los estudiantes de
grado 10º y 11º del colegio Escuela Nacional del Comercio. Un colegio
distrital, ubicado en el barrio Belén, y que queda muy cerca de la Universidad
Externado de Colombia.
La foto registra uno de los encuentros que tuvimos con los estudiantes de grado 11, en donde tuvieron que hacer reconocimiento de sus propias fortalezas y habilidades.
La idea de desarrollar una actividad de orientación profesional surgió después de darnos cuenta de que muchos jóvenes del barrio Belén no tienen claro qué hacer después de graduarse del colegio. Esto se da por diferentes motivos, pero el principal es por la falta de recursos económicos para poder acceder a la educación superior en una universidad privada. Pocos conocen que hay diferentes alternativas como los créditos o las becas que ofrecen algunas universidades, o también hay diferentes universidades públicas que son de muy alta calidad.
De la mano de la orientadora del colegio, realizamos diferentes encuentros con los estudiantes de la Escuela Nacional del Comercio. Al principio fue un reto bastante difícil, porque los estudiantes no nos conocían ni nos tenían la suficiente confianza para hablar de sus sueños y expectativas a futuro. Poco a poco nos fuimos conociendo y ellos empezaron a participar más y a entender la importancia de reconocer sus fortalezas y debilidades para poder potencializar las cosas buenas y con esto neutralizar o eliminar lo malo. Esta experiencia fue muy enriquecedora porque pudimos salir de nuestra zona de confort y entender la realidad de otras personas que estando cerca casi que ni conocemos.
Fue increíble hacerles entender a todos esos jóvenes que los sueños si se pueden lograr si se lucha insistentemente por ellos, que los obstáculos se pueden superar y que el dinero no tiene que ser un limitante para hacer realidad su futuro si son disciplinados, dedicados y si hacen cada cosa con pasión y con amor, es inexplicable la ilusión en la cara de cada estudiante después de cada encuentro que tuvimos y lo mucho que avanzaron en el reconocimiento de sus capacidades, habilidades, fortalezas y defectos.
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