Mariana Astorga Cárdenas
Estudiante V semestre
Gobierno y Relaciones Internacionales
Voluntaria en ancianato La Divina providencia
Conocer Dejando Huella
El voluntariado que adelanté en Conocer dejando Huella, con la Universidad Externado de Colombia me permitió tener un
acercamiento con las señoras que habitan en El Ancianato Divina Providencia, del barrio Egipto, en la ciudad de Bogotá. Cada semana, con mi grupo de voluntarios y monitores, planeábamos diferentes
actividades que permitieran la generación de recuerdos en ellas. Es decir, este
es un voluntariado orientado al aspecto social y la producción de dinámicas
didácticas. Por ello, la aplicación de conocimientos muy técnicos aprendidos a
lo largo de los 5 semestres que he cursado no se presentó. Sin embargo, el
voluntariado es una muy buena oportunidad para equilibrar las cargas académicas
y las dinámicas, muchas veces estresantes, que se presentan en la universidad.
Para mí, este programa representó un espacio de liberación, de autoconocimiento
y de trasmisión de conocimientos esenciales para ser un buen ciudadano.
Este voluntariado me permitió conocer un grupo de la
población (adulto mayor) al cual, nunca antes, me hubiera atrevido a entrar.
Desgraciadamente, estas personas no eran muy llamativas para mí, debido a sus
diferentes condiciones físicas y psicológicas. El voluntariado, me permitió
recordarme que el valor de los seres humanos no se resume en sus condiciones
médicas, sino en sus experiencias, aprendizajes, valores y disposición de
comunicación de estos.
Foto muestra un aspecto de las actividades realizadas semanalmente
Lo que más me gustó del voluntariado fue: 1) las sesiones
iniciales de capacitación. Estas estuvieron dirigidas por diferentes profesionales de las diversas Facultades y Áreas de la Universidad, esto, enriqueció cada sesión y nos permitió
tener una perspectiva más amplia de los fenómenos sociales trabajados. 2) el
trabajo con las señoras en el ancianato. La oportunidad que brinda la
universidad de conocerlas, hablar con ellas, reírnos juntas me enriquece como
persona. Además, de hacerme sentir una persona útil para la sociedad.
El aspecto que debe mejorar el programa de voluntariado
se centra en la organización al interior de este. Durante las primeras sesiones
fue notorio la falta de comunicación entre las personas que hacen parte de la
coordinación. Esta falta de comunicación produce la pérdida de tiempo valioso
durante las sesiones, además de desconfianza por parte de los voluntarios y
monitores. De la misma manera, otro aspecto a mejorar se centra en el hecho de
que el voluntariado está, en mayor medida, dirigido a la biblioteca y al
trabajo con los niños. En ninguna de las sesiones de capacitación se habló del
ancianato. Esto, dificultó la creación de actividades para este grupo de la
población, además, que desmotivó el trabajo con estas señoras.
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