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lunes, 5 de junio de 2017

Voluntariado: Aprendizaje para la vida

Por: Alejandra De la Espriella G.
Estudiante de Séptimo semestre
Programa de Gobierno y Relaciones Internacionales
Programa de Voluntariado Profesional FIGRI


Tuve la grata oportunidad realizar mi Programa de Voluntariado Profesional en la Reingeniería de Corazones para un Nuevo Amanecer (REDCUNA), una fundación que apoya a los niños y niñas de un sector con alta vulnerabilidad para quienes allí crecen. Una fundación muy cerca de la universidad. Voy a dividir mi experiencia en cuatro elementos que me marcaron durante mi labor.

1) Puedo decir que mi experiencia fue profunda y satisfactoria porque pude desarrollar habilidades que ayudarán en mi futuro laboral, tales como trabajar en grupo. Por medio de la colaboración de otros voluntarios ( de la Universidad y de otras universidades y empresas) pudimos llevar a cabo diferentes actividades enfocadas en el respeto, la solidaridad, entre otros valores indispensables para vivir adecuadamente en comunidad. Las actividades se realizaron tanto con los niños como con los adultos mayores, que atiende esta organización, en el barrio Santa Bárbara, de la Localidad de La Candelaria..

 2) Aprendí a transmitir mis ideas de la mejor manera, pararme frente a un determinado grupo de personas y enseñarle cosas que para muchos son trascendentales, por lo que se les fueron enseñadas desde niños pero que pocos las ponen en práctica. Hubo días en donde fue más complicado que otros por lo que la disposición de las personas se ve influenciada por diversos factores, pero lo tomé como un reto para desenvolverme en cualquiera que sea la circunstancia.

3) El tiempo es un factor determinante, no solo en aspectos laborales sino en la vida en general. Se ha demostrado que quien maneja adecuadamente los horarios, puede llegar a ser más eficiente en sus tareas diarias. Sin duda alguna esta experiencia me llevó a aprender a cómo manejar y a programar mis distintas responsabilidades sin dejar atrás ninguna de estas.

4) Aprendí a dar más que recibir, no solo le dediqué tiempo sino también corazón a todo lo que hice durante mi voluntariado profesional, lo que me llevó a realizar todas y cada una de las actividades con amor, compromiso y haciendo que pudiera trasmitir los mensajes de una mejor manera. Valoré las pequeñas cosas y fue gratificante ver que los niños en algunas ocasiones, hacían con sus manos y con pocos elementos cualquier cosa que luego pudieran regalarme.


Fuente: de la autora con los chicos y chicas que van en las tardes a refuerzo escolar en Redcuna

Además de lo anterior, el acompañamiento de la universidad fue muy importante y satisfactorio porque nos proporcionó excelentes elementos como lo fueron unos talleres de profundización en donde se trataron temas de cómo incentivar la motivación de los aprendices, como se deben preparar y llevar a cabo las actividades propuestas, entre otros, con el objetivo de aprender y/o mejorar la forma en como prestábamos nuestro servicio social. Fue interesante aprender este tipo de cosas porque por un momento, pasé de ser una estudiante a desempeñar el rol de un profesor, aprendí a cómo enseñar, pero a la vez también aprendí a como recibir y/o captar adecuadamente la información que nos brindan nuestros profesores.


Todo esto hizo que mi experiencia como voluntaria fuera completamente gratificante, puesto que contribuyó en mi crecimiento tanto intelectual como emocional. Es un arduo trabajo, pero si se hace con el corazón, puede ser una gran fuente de aprendizaje para la vida, solo se necesita disposición. 

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