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lunes, 18 de noviembre de 2013

Mi voluntariado en REDCUNA

 Por : Nicolas Tena, Estudiante de intercambio de Sciences Po Paris, en la facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.

Para empezar este reporte sobre mi trabajo como voluntario en Reingeniería De Corazones para Un Nuevo Amanecer (REDCUNA), a lo largo del segundo semestre del 2013, quiero señalar que es una organización de base que se ubica en la carrera 6 con calle 5 número 99, en el barrio Santa Bárbara.
 ¿Qué es concretamente REDCUNA? Oficialmente la misión de esta asociación fundada en 2006 es: “Teniendo en cuenta la realidad y necesidad de la comunidad más vulnerable, fortalecemos el núcleo familiar utilizando el arte y la cultura como herramienta pedagógica para mejorar su calidad de vida, impulsando de manera creativa la interacción e implicación de la sociedad en causas solidarias, creando líderes comunitarios quienes al conocer y aplicar todos los derechos y deberes ciudadanos”. Una descripción con mis propias palabras sería la siguiente: REDCUNA es una fundación que trabaja con dos tipos de población objetivo, los niños entre 6 y 15 años y las personas de tercera edad de los barrios Santa Bárbara, Egipto y Las Cruces, ubicados en el centro de la ciudad de Bogotá. Con la primera franja de población se propone acoger a los niños que presentan dificultades escolares y problemas familiares con el fin de aportarles un apoyo escolar y transmitirles valores fundamentales como la tolerancia, el respeto, la creatividad y el emprendimiento.
Esto se realiza de lunes a viernes, entre las 2PM y las 5PM, la primera hora se dedica a ayudar a los niños con sus tareas escolares y después se recompensa el esfuerzo con talleres artísticos y clases culturales. Otro objetivo de todo esto es que los niños no se queden deambulando por las calles después de los horarios de clase, para que no estén en contacto con las malas influencias y las drogas. Actualmente se está trabajando con quince niños y niñas. En lo que concierne la segunda parte, REDCUNA trabaja con personas que tienen entre 55 y 85 años y este semestre se ha desarrollado un proyecto de agricultura urbana. La Organización No Gubernamental (ONG) ha conseguido algunos metros cuadrados de tierra para que las personas puedan venir plantar sus matas y cuidar de ellas. El objetivo es que estas personas cultiven plantas medicinales para que las transformen en cremas para los dolores de articulaciones que pueden utilizar para uso personal o que pueden vender si se encuentran en una situación de escasos recursos (lo que es generalmente el caso). Después de haber trabajado sus plantas, las 60 personas que acuden a la fundación el sábado por la tarde, pueden disfrutar del refrigerio que se les ofrece además de tener la posibilidad de jugar un deporte tradicional de Bogotá : el tejo.
Pienso que REDCUNA es más que eso. Son las personas que la componen. REDCUNA es ante todo: David, el hijo menor de la familia quien siempre está corriendo por todos lados para ayudar en lo que puede a sus padres y que también participa a las actividades de la fundación. Don Manuel, un señor de unos 70 años que viene todas las tardes para apoyar la asociación que le permitió salir de la violencia. Aracely, la ama de casa que prepara todos los refrigerios para los niños y que hace el mejor tinto que he probado. Esta organización reposa, en gran parte, sobre los hombros de Jairo Pinzón. Este hombre apesar de tener poco estudio fue el fundador de esta asociación que mantiene a su familia y a los chicos y abuelos con recursos que logra del reciclaje. Pero también mantiene en vida a su fundación gracias a la venta de lo quie para muchos son desechos y para él y su gente una oportunidad de tener recursos.
Este es el problema principal que ha tenido que enfrentar REDCUNA estos últimos años: la falta de recursos. Todas las actividades que realizan los niños y las personas de tercera edad son exclusivamente financiadas por los pocos ingresos que logra ganar el señor Pinzón. Esta falta de dinero se refleja en especial en los locales en los que se acoge a los niños por las tardes. Las actividades se desarrollan en una pequeña habitación de la casa de la familia que comparte el local con otras 20 familias. Este es un problema mayor en el sentido en que se pueden acoger un máximo de 15 a 20 niños, cuando se sabe que muchos más quisieran participar.
Una parte de mi trabajo en REDCUNA estaba en relación con este problema. En efecto me dediqué a encontrar fuentes de financiamiento. En un primer tiempo estudié el macro proyecto que tiene la fundación, que consiste en describir todas las necesidades que tiene en términos de infraestructura, profesionales (como psicólogos y expertos en informática) y materiales (como la comida para los refrigerios de los niños o material escolar). Después de haber hecho algunas modificaciones y de haberlo detallado, se lo presenté a algunos profesores de la universidad que tienen vínculos con el sector privado para que me aconsejen en cómo mejorarlo. En efecto el objetivo de esto macro proyecto es poder presentárselo a una empresa que esté dispuesta a trabajar en responsabilidad social empresarial con REDCUNA. Actualmente estoy viendo que empresas quisieran recibirme un día para que les hable de esta fundación.
En paralelo a esto, y siguiendo la idea de encontrar recursos, estoy trabajando sobre un proyecto de plan padrino con el fin de encontrar personas que deseen hacer un aporte mensual y regular. Finalmente, puesto que la fundación vive exclusivamente de la venta de residuos, he logrado establecer ciertos vínculos con locales de restauración que guardan de lado las botellas de plástico y sus tapas (que recojo regularmente). Las botellas son acumuladas para que entren en proceso de reciclaje y de esta manera la organización logre recursos y las tapas son recopiladas por la asociación para que los chicos que lo requieran puedan ser atendidos en el Centro Nacional de Cancerología (sede Bogotá) que tiene un programa para atender a niños de pocos recursos y como contraprestación deben llevar tapas. Ellos en cancerologia han establecido cirerto número de tápas para que un médico atienda a un pequeño y otro trato para que un menor sea intervenido quirúrgicamente. Obviamente, menores que sufren de cáncer.
Mi trabajo en REDCUNA también consistió en apoyo directo a los niños. Todos los lunes y los miércoles de 2PM a 5PM iba al inquilinato donde opera la organización (viven cerca de 20 familias en el terreno) a ayudar a los niños. Como ya mencionado antes, la primera hora me dedicaba a apoyar a los niños con sus tareas en materias variadas como las matemáticas, el inglés o el español. A primera vista puede parecer fácil, pero uno no se da cuenta lo difícil que es mantener a un niño concentrado en lo que hace (sobre todo cuando se trata de tareas de matemáticas) hasta que decide ayudarlo con sus deberes. Una vez que los que necesitaban ayuda han terminado sus tareas escolares se prosigue con las actividades artísticas. A principios del semestre trabajamos en actividades de circo para una presentación en La Plazoleta del Rosario. Los niños se dedicaron a lo que más les gustaba: sancos, malabares, acrobacias o jumpers. Gracias a esta presentación, que tuvo un cierto éxito en su público, la fundación recibió un poco de dinero. Con este dinero se pudo realizar un pequeño viaje al municipio de Mesitas (Cundinamarca), con los niños que participaron de la actividad. Posteriormente, tuvimos el apoyo de la Alcaldía Local para el desarrolllo de una serie de talleres focalizados en la sensibilización sobre las drogas. Los niños compartían sus experiencias sobre este tema y se organizaron debates para que aprendan a respetar la palabra de los otros y a hablar en público sin tener que alzar la voz para hacerse escuchar.
Finalmente, durante la última parte del semestre nos hemos focalizado en manualidades como pinturas sobre pedazos de plástico para Halloween y Navidad. También, se trabajó en la elaboración de dominós y joyeros.
Para la sustentación final de una materia que he cursado este semestre, a la cual se tenía que llevar un pequeño detalle para el jurado, tuve la oportunidad de regalar cuatro de estos joyeros hechos a partir de páginas de viejos anuarios y al mismo tiempo presentar la fundación pidiendo que me contacten si desean hacer un aporte puntual o si están en contacto con una empresa que estuviera interesada en trabajar su responsabilidad social empresarial (sigo esperando una repuesta). Para terminar mi voluntariado estoy pensando en hacer presentaciones sobre la cultura francesa y más generalmente sobre la historia, la gastronomía y la geografía de Europa. Me di cuenta de la necesidad de tales presentaciones cuando los niños me han hecho preguntas como ¿Es Italia la capital de Francia? o ¿Está Francia al lado de Europa?
A través de todo esto el objetivo es transmitir valores y conocimientos a los niños. Finalmente entendí por qué algunos maestros dicen que ellos aprenden mucho con los estudiantes, pues esta experiencia me enriqueció, por un lado, para la búsqueda de recursos. Esto me permitió hacer el vínculo con mis clases de análisis financiero ya que he tenido que manejar la contabilidad de la asociación para encontrar el costo promedio de un niño para el plan padrino, por ejemplo. También me permitió mejorar mis capacidades orales puesto que uno tiene que hablar frente a niños, siempre captar su atención y nunca perder confianza en lo que se dice. Se aprende, igualmente, a trabajar con los niños. Eso no se puede improvisar, como lo pensaba al principio. Poco a poco se va conociendo a cada uno de ellos y se sabe cómo se tiene que abordar ciertos temas de diferente y según el individuo. Tengo que admitirlo, también aprendí mucho trabajando en las actividades manuales, ¿quién hubiera imaginado que se podían hacer joyeros a partir de hojas de anuarios viejos y un poco de pegamento, o un juego de parchís con pedazos de plástico, pinturas y silicona?
Algo que me sorprendió mucho y creo jamás olvidaré son las historias que cuentan los niños como si fuera normal. A través de las narraciones cotidianas tuve la oportunidad de conocer un poco más las realidades de los barrios desfavorecidos en los cuales viven estos niños. Uno se queda sin palabras y se siente impotente cuando un niño empieza a contar como su padre, que siempre cargaba un arma sobre si porque hacia negocios no recomendables, se hizo matar a balazos en frente de él y de su madre. Las historias de ajustes de cuentas a balazos en los barrios en los que viven ya son banales para ellos y no les parece extraño, cuantas veces he escuchado: “ah sí profe ayer hubo otro tiroteo en frente de mi casa”. Otra de las cosas que me llamó mucho la atención fue el contacto que tienen estos niños con las drogas, por ejemplo cuando la señora de la alcaldía preguntó lo que era la marihuana, uno de ellos respondió “es lo que se fuma mi madre todos los días”. Hablando con el señor Pinzón, me enteré que algunos de los niños ya habían entrado en contacto con el mundo de las  drogas (marihuana, boxer …). Cuando se habla de la policía, los niños tienen su punto de vista muy claro y es uniforme en todos ellos, no se puede confiar en ella, esto se puede notar en frases como: “La policía es una mierda, tienen que tomar decisiones y lo único que hacen es matar a la gente. Además se aprovechan más de los pobre que de los ricos.”
Un punto positivo que me gustaría destacar es la proximidad con las personas con las cuales se trabaja. En efecto REDCUNA es una asociación de base, que no tiene jerarquía puesto que solo está compuesta por la familia Pinzón quien la creó, don Manuel que viene a ayudar cuando puede y los voluntarios. De esta manera uno está directamente en contacto con todos los problemas que presenta la fundación, el voluntario se siente al mismo nivel que el que ha creado la fundación lo que le dan aún más ganas de involucrarse y encontrar soluciones (y no solo hacer esto por los créditos que se pueden obtener al final).
Esta experiencia me ha permitido satisfacer por un lado mi sed de ayudar a la gente, sobre todo a los niños, necesidad que tengo presente en mi desde hace años a través de mi padre que siempre ha trabajado de voluntario en ONG que acogen a niños de las calles y también a través de la presidencia de la asociación Niños de Guatemala cuando estaba realizando mis estudios en Francia. Por fin he podido ayudar sobre el terreno. Por otro lado, este voluntariado (que estoy convencido de renovar en la misma fundación el próximo semestre) me ha enriquecido en varios aspectos. He aprendido a trabajar, a hablar, a escuchar a los niños que necesitan contar todas esas cosas horribles que viven cotidianamente. Gracias a este intercambio directo con la familia Pinzón y los niños he podido darme cuenta de las realidades de Colombia (con hechos que uno no puede leer en los medios de comunicación, como la corrupción recurrente de la policía) e impregnarme un poco más de la cultura colombiana.
Muchas veces se escucha a niños y adolescentes hablar de la calle como si fuese su hogar: “yo nací en la calle”, “a mí me crió la calle” o “mi cultura es la de la calle”. El sueño de REDCUNA es volverse ese segundo hogar, remplazar a la calle, para formar ciudadanos responsables, conscientes de las realidades en las cuales se desenvuelven y así ofrecerles más oportunidades para el futuro. Es por esto que deseo renovar mi compromiso en esta fundación, porque no hay mayor satisfacción que ver un niño feliz y que presenta mejoras, escolares y comportamentales.   
Para concluir este reporte sobre mi trabajo como voluntario, me gustaría resaltar la razones por la cuales otros estudiantes deben considerar esta oportunidad que nos brinda la universidad. Primero es importante señalar que la Universidad Externado es una de las pocas universidades (en relación con Sciences Po Paris), si no es la única, que propone un programa de voluntariado, que además permite obtener un cierto número de créditos en función del volumen horario realizado. Lo que me agradó mucho es la variedad de fundaciones con las cuales la universidad tiene convenios para este programa. Esto le permite al estudiante escoger el tipo de voluntariado, de experiencia profesional y/o humana, que está buscando. En efecto se puede postular tanto para grandes organizaciones en la cuales se va a realizar principalmente trabajo administrativo, de oficina, lo que se puede asemejar más a una experiencia profesional; como también se puede trabajar con pequeñas ONGs de base (como lo es REDCUNA) en las cuales se va a estar en contacto directo con la población objetivo y con las problemáticas que se presentan a ellas. Esta dicotomía es obviamente general, personalmente aunque trabajando en una pequeña fundación, dado el hecho que no posee un personal fijo y por lo tanto ni jerarquía ni división de las tareas, he tenido que hacer trabajos de tipo administrativo fuera de las horas en la asociación. Como ya mencionado anteriormente, esta parte de mi trabajo se focalizó en la búsqueda que recursos: promoción del macro proyecto revisado, análisis de las cuentas para un futuro plan padrino y búsqueda de convenios con locales para apoyo con el reciclaje. Es más, estoy seguro que las grandes fundaciones que cuentan con profesionales y una organización compleja también permiten a los voluntarios estar presentes sobre el terreno y estar en contacto con la gente. Por lo tanto este programa de voluntariado es muy completo, todos los estudiantes pueden encontrar la fundación que les convenga en función de lo que desean hacer. En lo que me concierne estoy muy satisfecho de esta oportunidad atípica en un recorrido universitario, me ha permitido al mismo tiempo trabajar directamente con niños de los barrios desfavorecidos y con la familia Pinzón (lo que me dio la oportunidad de conocer mejor parte de la cultura colombiana y tener otro punto de vista sobre lo que ocurre en el país del que tienen mis compañeros de clase). También me dio la posibilidad de poner en práctica algunos de los conceptos aprendidos en clase (como principios de derecho de los negocios y conocimientos de contabilidad).

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