Diana Carolina Santana
Gracia
Estudiante de IX semestre
Finanzas y
Relaciones Internacionales
Programa de Voluntariado FIGRI
Gracias
a la organización Rotary International y al Programa de Voluntariado que ofrece la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia,
tuve la oportunidad de ser voluntaria en el proyecto de Lecto-escritura enel barrio Las Violetas.
Allí se realizaron talleres para los niños y las niñas de este barrio ubicado en la Localidad de Usme, al sur de la ciudad de Bogotá. Fuimos
encargados de enseñar a los niños y las niñas de edades entre 3 a 14 años a leer y
escribir.
Nuestra
labor consistía en realizar actividades que fomentaran el aprendizaje en estos
niños, en donde les guiábamos con distintas lecturas y se les hacíamos retroalimentación de
éstas. También se realizaban escritos pequeños, dibujos sobre vídeos o cuentos
desarrollados y, así mismo, su retroalimentación respectiva. Aunque claro, no
todo fue talleres. Finalizando cada sesión, se realizaba una actividad lúdica para la
distracción de los niños y las niñas. Hubo una sesión inolvidable donde Paula Castro,
actual candidata para Miss Mundo Colombia, nos acompañó y realizó varios juegos
con ellos y ellas. También una actividad con pintucaritas donde los niños y las niñas fueron pintados en sus caras con las figuras que ellos escogían. Junto con Paula Castro, fue un
fotógrafo profesional y esa sesión fue grabada para la próxima ceremonia oficial de coronación del reinado nacional de belleza, pues hace parte de sus actividades sociales y filantrópicas como reina nacional.
Foto: De la autora con los chicos y chicas del barrio Las Violentas, en los talleres de lecto-escritura.
Cada
sábado, sin falta, subíamos hasta el barrio Las Violetas, en la localidad de
Usme, y a pesar de que el transporte era complicado, aproximadamente 2 horas de
recorrido, se llegaba con mucho ánimo y los niños nos recibían siempre con
mucho aprecio y felicidad. Otro factor poco favorable para nuestro voluntariado
fue el clima, ya que el barrio Las Violetas queda junto a un páramo, y el frío
y la lluvia siempre nos cogía de sorpresa.
Fue
una experiencia inolvidable en donde hubo muchos altos y bajos. Existieron
varios conflictos entre los niños, y aprendimos manejar mejor la situación con
ellos, entenderlos y saber sus cualidades y debilidades.
Hubo necesidad de
integrarnos con los miembros socios de la organización Rotaract Bogotá Santa
Bárbara, donde finalmente convivimos en armonía y se formaron nuevas amistades,
al punto de considerar unirme a esta organización. Es una experiencia que la
recomiendo a todo el que se le dé la oportunidad. Puedo concluir diciendo que
los niños me enseñaron más a mí de lo que yo a ellos. Un voluntariado
inolvidable.
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